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Glenn Close vuelve a soñar rumbo a los Oscar 2021
Con ocho nominaciones al Oscar, Glenn Close se convirtió en la actriz con más nominaciones que… nunca ganó. La ‘atracción fatal’ es evidente. Ya había recibido los tres premios Emmy más importantes en televisión y otros tres premios Tony del teatro, pero habiendo esperado nada menos que 40 años desde el rodaje de “The World According to Garp”, con que recibió la primera nominación, vuelve a soñar con otra oportunidad de abrazar la famosa estatuilla dorada de la Academia de Hollywood, gracias al rol de la abuela Mamaw en “Hillbilly Elegy”.
-¿Después de haber sido nominada tantas veces al Oscar, al elegir un nuevo rol imaginas el glorioso momento de recibir finalmente el premio?-
“Trabajo en una profesión muy, muy, pero muy competitiva. Y yo siempre tomé mi trabajo muy en serio, pero también sentí siempre que no podía elegir ningún rol pensando que podía ganar algún premio o mucho más dinero, porque sería como descarrilarme, porque al final del día todo lo que conseguimos como individuos es lo que también nos define como individuos. Y para enfrentar la vida de otra persona a nivel personal, aprendiendo algo en la piel de alguien más, mantuve siempre esa regla. Si yo siento que algo es bueno, también pienso que otras personas van a pensar que será tan bueno como para querer ver mi actuación”.
-¿Qué crees que pueda tener el rol de la película ‘Hillbilly Elegy' para haber sido nominada por octava vez?-
“A mí todavía me sorprende porque la elegí muy subjetivamente. Nunca antes había representado un personaje como éste. La ponderé demasiado. Y creo que el poder de la historia además es muy específico. No me había dado cuenta que podía llegar a tener tanta resonancia”.
-¿Es verdad que tu amor por la actuación tuvo que ver con Katharine Hepburn, que también es una de las actrices que más veces estuvo nominada al Oscar?-
“Es verdad, pero no tuvo nada que ver el Oscar (risas). Yo estaba en el último año escolar cuando me enteré de unas audiciones, para nada formales. Y me acuerdo que vi en televisión una entrevista con Katharine Hepburn, en algo que ella nunca solía hacer. Yo siempre la admiré, las dos somos de Connecticut, las dos tenemos padres médicos. Y siempre admiré que haya marcado un camino muy individual en Hollywood. Pero me acuerdo que la escuché decir que ella no se arrepentía de nada. Y por esa misma frase, yo decidí no arrepentirme de ir a mi primera audición. Y así fue como conseguí mi primer trabajo en teatro, en Nueva York”.
-¿Y hoy? ¿Los roles femeninos como actriz reflejan en cierta forma la revolución femenina de Hollywood, como 'Hillbilly Elegy' y la dramática historia de una familia donde las mujeres son las verdaderas protagonistas, detrás del éxito de un hombre?-
“Bueno, yo vengo de una época donde ni siquiera mi madre pensaba en ser feminista. Pero por eso también cuando filmamos antes 'The Wife' se me ocurrió usar el anillo de casada de mi abuela, porque después de morir, me enteré que ella quería ser actriz y es algo que jamás le hubiesen permitido en sus tiempos. No podía trabajar. Y hoy siento que yo estoy cumpliendo su sueño”.
Justamente, Glenn Close había estrenado el último rol nominado por “The Wife”, al mismo tiempo que festejaba el 30 aniversario de la nominación que había tenido con el superéxito de “Atracción Fatal”. Claro que los 17 millones de dólares que recaudó “The Wife”, ni se pueden comparar con los 360 millones que recaudó “Atracción Fatal” con Michael Douglas. Pero realmente asombra recorrer cada una de las otras nominaciones al Oscar que recibió. En la primera nominación con “The World According to Garp” perdió nada menos que frente a Jessica Lange por “Tootsie”. Cuando al año siguiente volvió a ser nominada por “The Big Chill”, le ganó Linda Hunt. Por tercer año consecutivo, en 1985, Glenn volvió a ser nominada como Mejor Actriz Secundaria por el clásico “The Natural” con Robert Redford, pero esa vez volvió a perder contra Peggy Ashcroft y “A Passage to India”.
A la cuarta nominación de 1988 llegó como la favorita con “Atracción Fatal”, pero ganó Cher con la famosa “Moonstruck”. Y apenas un año después, en 1989, con “Dangerous Liasons”, también parecía tener posibilidades, pero fue imposible ganarle a Jodie Foster con “The Accused”. En el 2012, tuvo que conformarse con la sexta nominación por “Albert Nobbs”, cuando era obvio que iba a perder frente a Meryl Streep con el rol de Margaret Thatcher en “The Iron Lady”. Lo curioso es que en la categoría como Mejor Actriz de la anterior nominación de “The Wife” enfrentó a la misma Amy Adams con quien ahora trabajó en “Hillbilly Elegy”.
-¿Al momento de trabajar con Amy Adams, compitieron por conseguir la Mejor Actuación, al mismo nivel en que habían competido por otro Oscar que terminó ganando otra nominada este año como Olivia Coleman?-
“A los actores nos encantan que nos amen y lo que tanto amo de Amy (Adams) es que ella no tiene el más mínimo problema em arriesgarse a que nadie la quiera en su personaje, detrás de tanto odio, confusión y la adicción de un rol que es increíblemente emocionante”.
- ¿A quiénes te gustaría agradecer en la ceremonia del Oscar, más allá del resultado final?-
“Antes que nada, nadie hace lo que hacemos, solos. Trabajamos en un medio artístico con una alta demanda de colaboración, por eso me encantaría agradecer a todos y cada uno, porque todos son importantes. La agencia CAA que me representa creyó en este proyecto y en el tiempo que estuve comprometida jamás dudaron y tuve un apoyo absoluto. Y en especial Ron Howard como director, jamás me verías aquí si no fuera por él. Manejó esta película en una forma maravillosa”.
En una época donde la mujer lucha tanto por dejar de estar en un segundo plano, el Oscar de Glenn Close también tendría que ver con la revolución femenina, de llegar a premiar su actuación en “Hillbilly Elegy”, con el rol de un matriarcado que muda la familia desde Kentucky al paraíso industrial de Ohio, en busca del típico sueño americano, para encontrarse con momentos felices entremezclados con amarguras violentas cruzadas con la maternidad, responsabilidades y el deber de una familia, basada en una historia real, que también se guía por el corazón de la gran dirección de Ron Howard.
-¿Retrocedemos un poco? ¿Cómo fue el principio del principio, cuando te ofrecieron el rol con que finalmente te nominaron el Oscar?-
“Cuatro años atrás, había conseguido el libro mi representante. Y leí el guion bastante rápido porque resultó algo que quise interpretar al instante, aunque sentía que también era un nuevo territorio para mí. Pero enseguida dije ‘Sí’, que pusieran mi nombre. Y cuatro años después, la filmamos”.
-Muchos dicen que la nominación al Oscar tiene mucho que ver con las escenas donde tu personaje ni siquiera habla, ¿qué tan difícil es mostrar ciertas emociones en silencio total?-
“Para mí, todo pasa por la imaginación, imaginarme en esa posición, tratando de reaccionar con la mayor verdad posible. Yo llegué a trabajar en otra película donde la escena más difícil pensé que me había salido todo perfecto pero la cámara después resultó que había estado todo el tiempo, en el peor ángulo. No quiero ni decir la película, pero no sé podía ver mi rostro y le quitó toda la emoción al momento. Es algo que aprendí con el tiempo. Es importante que el director filme lo que hacemos. Y todos sabemos que Ron Howard en ese sentido es uno de los mejores”.
-¿Y después de haber trabajado en Hollywood durante 40 años, qué película señalarías como tu favorita de todos los tiempos... para darle un Oscar?-
“'A Man For All Seasons' es mi película favorita. ¿Por qué? Porque es brillante y eterna. Y el final me fascina”.