CHICAGO.- Con los números 23 y 33 colgando de las vigas del United Center, Giannis Antetokounmpo, de 19 años, estaba asombrado de su primera experiencia jugando de visita contra los Bulls de Chicago en diciembre del 2013.

“Definitivamente quiero ser uno de los mejores jugadores que haya jugado, pero para poder hacer eso, tengo que estar encerrado todas las noches”, dijo Antetokounmpo mientras reflexionaba en ese viaje inicial. “Porque al final del día, si no ganas, no cuenta. Todo el esfuerzo que gastaste, si no ganas, realmente no cuenta”.

Antetokounmpo superó cinco faltas ofensivas y ocho pérdidas de balón para terminar con 33 puntos y 10 rebotes en la victoria 115-101 de los Bucks sobre los Bulls.

A lo largo de 13 juegos esta temporada, ya ha cometido una falta en tres juegos y ha tenido al menos cuatro faltas en otros seis, incluido el lunes. El entrenador de Antetokounmpo lo ve como una lección que aprender, ya que el MVP reinante todavía tiene la racha de doble-doble activa más larga (13) en la NBA.

“Trece o 14 juegos, parece una cantidad excesiva de juegos en los que ha estado en problemas de falta. Así que lo bueno es que creo que está aprendiendo a jugar con eso”, dijo el entrenador de los Bucks, Mike Budenholzer. “Hemos tenido que terminar al menos uno o dos juegos sin él, si no más, por lo que siempre está creciendo y aprendiendo de cada experiencia, así que eso es lo que hace a Giannis especial”.

A pesar de sus problemas con las faltas, Antetokounmpo está logrando los mejores 30.1 puntos de su carrera, 14.3 rebotes y 6.5 asistencias por juego esta temporada. Su período de seis juegos de 35 puntos y 15 rebotes a principios de este mes lo convirtió en el sexto jugador en promediar esa línea desde la fusión.

Pero la búsqueda de la grandeza de Antetokounmpo no es sólo para un tramo de varios juegos o incluso para una temporada. Está motivado por los grandes de los Bulls e inspirado por el legado que dejaron en la ciudad donde jugaron.

Él quiere que algún día su jersey llegue a la cima del Foro Fiserv de Milwaukee, por lo que está haciendo las cosas a su manera.

“Trato de fijarme y concentrarme en lo que tengo que hacer. Pero sí, en años anteriores, como cuando vi el número 23, y no sólo el 23, cuando vi el 33, ese era un tipo al que solía hacerlo, habla mucho de Scottie “, dijo Antetokounmpo. “Definitivamente me motivó. (Chicago es) una gran ciudad del baloncesto. Es una ciudad en la que jugaron Michael Jordan y Scottie Pippen, así que tenía ese jugo extra en mí.

“Pero ahora salgo y trato de ganar sin importar qué, así que puedes volver a casa y ser feliz”.