Los estudiantes egresados del Ateneo Fuente llevaron a cabo ayer su graduación en el parque Las Maravillas, celebraban junto a sus padres este logro en su vida profesional, todos sonreían, todos gritaban de felicidad, todos... a excepción de Andrea.

Un día justo antes de que su certificado de bachillerato le fuera entregado, pasó por su mente terminar con su vida y lo hizo, se colgó en su cuarto; horas más tarde su padre descubrió la terrible escena.

Con apenas 17 años, truncó sus sueños al tomar la decisión fatal, aún y con metas y aspiraciones por vivir, Andrea se rehusó a seguir viviendo, no había motivos aparentes, nadie sabe cuál fue la razón de su lamentable decisión.

Jovial, alegre, dispuesta siempre a escuchar y apoyar a sus amigas es como definen sus seres cercanos a la jovencita; “la tristeza nunca estaba con ella”, dicen.

Fue una alumna tranquila, trabajadora, poco seria, pero a la vez feliz, maestros y amigos se cuestionan el por qué de su acción, pues era enemiga de la negatividad, de la depresión.

“La mayoría de las veces estaba ahí preocupada por cómo estábamos nosotros, lo que me duele más es que no nos dimos cuenta si tenía un problema, siempre estaba alegre, riéndose”, comentaron sus amigas.

“No puedo llegar a imaginar a Andy haciendo eso”, expresaron sus compañeras con las que cursó el bachillerato.

PENSABA MATRICULARSE EN EL ITS

Andrea había sido aceptada en el Tecnológico de Saltillo, inicialmente estaba indecisa por estudiar una ingeniería o arquitectura, pero finalmente se adentró entre los aspirantes al Tec y fue aceptada por sus aptitudes; en agosto comenzaría su carrera.

Al realizarse la ceremonia de graduación de la generación número 151 del Ateneo Fuente, considerada la generación más grande en todo Coahuila, se guardó un minuto de silencio por la partida de Andrea.

Alumnos, maestros y padres de familia se pusieron de pie mientras la Banda de Guerra de la institución tocó en honor a la estudiante, que también concluyó la preparatoria.

Fueron 499 alumnos y no 500 como se contabilizaban incluyendo a Andrea. El director del plantel, Marco Antonio Contreras Becerra, lamentó el suceso, mencionó que siempre la pérdida de un ser humano es triste y más aún cuando forma parte de la familia Ateneo.

“Estamos dolidos porque al trabajar con jóvenes, que están vulnerables ante las drogas y el suicidio, no nos percatamos de alguna apatía de la joven”, dijo.

En los próximos días se planea entregar el certificado de Andrea a sus padres, por el momento la institución y su personal respeta el luto de la familia, que está deshecha por la pérdida de una de sus hijas.

'NO SE RINDAN'

En su mensaje, el director del Ateneo Fuente, Antonio Contreras Becerra, les manifestó a los jóvenes que no se rindan, “no hay día que no salga el sol para todos, nunca se dejen que les digan que no pueden hacer las cosas, no dejen de soñar”.

Entre los asistentes a la graduación se mantenían sentimientos encontrados, felicidad y al mismo tiempo el llanto por la pérdida de una amiga.

“Me da felicidad haber terminado esta etapa con mis compañeros, con mis amigos, el hecho de que ella no esté, nos afecta a todos, tanto como a la gente que la conoció, que compartió un salón de clases o su vida, a todos nos afectó bastante”, comentó una de sus amigas más cercanas, quien optó por quedar en el anonimato por respeto a la familia.

“No es una graduación normal”, mencionaron.

DATOS

500 alumnos era el número de la lista de graduados; finalmente fueron 499.

1 minuto de silencio se guardó por la memoria de Andrea.

17 años tenía la joven.