Gatell, el irresponsable

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Gatell, el irresponsable

Las autoridades, está visto, no nos sirven de gran cosa, pues ya le agarraron el modo de integrar el asunto del COVID a su agenda, según convenga

¿Cómo estamos? ¿Ya más tranquilos?

Bendito mi padre Odín, ya les volvió el alma a ese detector de fines de semana que ustedes llaman el cuerpo.

Me alegro sobre todo por los amigos whitexicans que estaban con el “Yesocristo” en la boca debido al vilo en que se mantuvo el mundo antes de tener certidumbre sobre el resultado de la Elección Bayden-Trun (Biden-Trump).

Relájense entonces, pueden respirar tranquilos, el régimen fascista agoniza y ya pronto regresaremos al viejo y habitual colonialismo-imperialismo de siempre que tanto nos gusta, pese a que invariablemente nos toca jugar el rol de país subyugado, lo que no nos molesta en tanto podamos ir a McAllen de “shoppin” (ya nomás que el COVID nos dé licencia).

Muy a propósito del segundo virus más letal del presente año (no se asuste, el número uno sigue siendo la estupidez y contra ese, aún se ve distante el desarrollo de una vacuna efectiva) y ya un poco más en serio, le deseo que se las esté arreglando lo mejor posible frente a esta pandemia que ya se acerca decididamente y por aclamación popular a su segunda temporada.

Así es, aunque todos aborrecemos el 2020 y quisiéramos borrar cualquier vestigio de su existencia de los anales (¡así se dice, vaya!) de la historia, todo parece indicar que el 2021 también vendrá salpicado de alegría, buen humor y mucho gel antibacterial (es anti ¡bacterial! y lo usamos para mantener a raya a un virus, que es algo completamente distinto, en fin, la hipotenusa).

Las autoridades, está visto, no nos sirven de gran cosa, pues ya le agarraron el modo de integrar el asunto del COVID a su agenda, según convenga para sacar raja política de ello.

Usted puede ser fan de la 4T o su más reacio y feroz crítico, pero yo no desatendería las recientes estimaciones del subsecretario, doctor Hugo López-Gatell, que ubican a Coahuila como la segunda entidad con la más grave problemática por COVID en la zona norte del país y una ocupación hospitalaria que bordea el 70 por ciento.

Que la Presidencia de López Obrador podría utilizar esta información para revirarle al desgobernador de Coahuila su participación en la Alianza Federalista, sin duda. Es capaz de eso y muchas otras bajezas, pero ello no invalida la más que probable veracidad de esta información.

Riquelme prefiere llamar irresponsable a López-Gatell, por anunciarnos que debido al repunte de casos registrado en el estado nos encontramos nuevamente en el más rojo de los semáforos.

Gatell nos dice que tenemos que reducir nuestra movilización a las actividades meramente esenciales... Pero él es el irresponsable.

Si no mal recuerdo, fueron las autoridades locales las que alentaron la reactivación de numerosas actividades no esenciales, incluyendo una mitotera elección local (de la que sólo el PRI se benefició), en función de que ya habíamos aplanado el mítico pico pandémico… Pero el irresponsable es Gatell.

El góber se dejó fotografiar en eventos públicos y privados sin guardar sana distancia ni cubrirse su carita como recomiendan tantos especialistas… pero el irresponsable es Gatell.

La administración de Riquelme se ha caracterizado durante la presente pandemia por no haber implementado programas realmente eficientes de teletrabajo. Muchos contagios se han dado en el ámbito laboral realizando actividades que no eran esenciales… Pero el irresponsable es Gatell.

El Coecyt hizo una predicción para nuestro desvencijado y tres veces saqueado estado. Según sus cálculos y estimaciones, Coahuila alcanzaría la cresta más alta de la pandemia por ahí del 16 de noviembre (¡justo en el Buen Fin!). Pero Riquelme prefiere no considerar estas estimaciones para “no entrar en polémicas” y opta por apegarse a su propio plan, cuando está más que demostrado que es una terrible idea… Pero el irresponsable es Gatell.

El Gobernador se empeña en la paulatina recuperación de todas las actividades. Hasta emitió un decreto con nuevas medidas sanitarias, algunas muy rigurosas, como que no se permiten las fiestas o reuniones…. ¡De más de 15 personas! ¡Bonita cosa! Si reunir a cinco personas sin haber necesidad para ello ya me parece un despropósito. Sin embargo el góber considera que de a 15 está bien. Pero nuevamente, el irresponsable, el negligente, el errático, contradictorio y culpable de todas nuestras desgracias es el doctor Gatell.

El Gobernador está enfrascado en una guerra de narrativas con el Gobierno Federal y a mí francamente me tiene muy sin cuidado si se sacan los ojos, pero en este asunto en concreto, prefiero por prudencia apegarme al criterio del irresponsable doctor Hugo López-Gatell.