El atentado del que fue blanco el secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México, Omar García Harfuch -atribuido al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG)-, aunque reprobable por el acto en sí y por las tres vidas que cobró, no limpia "la carrera turbia" que el funcionario ha tenido desde que llegó a la Policía Federal del entonces DF, considera Anabel Hernández, periodista de investigación.  

"Este ataque no significa que García Harfuch es un héroe y no le puede limpiar la carrera turbia que ha tenido", dijo Hernández en entrevista con Sergio Sarmiento y Lupita Juárez para El Heraldo Radio.

Ingreso a la Policía

"No es que sea un mal policía", dijo la periodista, pero tampoco es "el retrato que las autoridades nos quieren dar (...) no es un policía de carrera" de los que "van a la academia y ascienden posiciones gracias a sus a méritos y a sus trabajos", agregó y precisó que García Harfuch saltó en 2008 de un puesto en una empresa privada a coordinador de la policía del distrito federal.

Anabel Hernández´señaló que dicho salto se habría logrado bajo la influencia de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública y de Luis Cárdenas Palomino, entonces director general de Seguridad Privada de la propia SSP. 

Ellos, se habrían encargado de facilitar el ascenso de García Harfuch "en automático", expuso Hernández, y dijo que sólo le daban altos cargos "a la gente más cercana".

El curriculum vitae de Harfuch señala que de 2008 a 2012, fue coordinador estatal de la PF en la capital, periodo en el que, de acuerdo con el diario de Vicente Zambada Niebla, el Cártel de Sinaloa de "El Mayo" y "El Chapo", "tenía total control de la Ciudad de México". 

Ayotzinapa

Por otro lado, Anabel Hernández recordó que Omar García Harfuch era jefe de la Policía Federal en Guerrero en 2014, cuando sucedió la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Apuntó que de septiembre de 2014 a mediados de 2016, no hubo una declaración del ahora titular de Seguridad Ciudadana de la CDMX sobre el caso de Iguala.

"No se puede justificar lo que pasó, y es de interés público investigar quien atacó a García Harfuch y por qué", dijo Hernández.

Duda autoría del CJNG

Para la periodista es importante ser cauto con el manejo de la información ofrecida por las autoridades, en referencia a la atribución del atentado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Así, diferenció entre que "una autoridad diga que hubo amenazas previas" y que de manera inmediata se resuelva que el ataque fue perpetrado por esta organización criminal.

En este sentido, señala que hay una serie de inconsistencias "importantes" en la escena del crimen.  

"Yo no veo una escena del crimen cuidada para que podamos entender qué fue lo que pasó", asegura.

Dado que el autor del ataque, asegura, rompe el código de operación del CJNG, "o no fue el cártel o (éste) súbitamente ha mutado a esta situación que lo lleva a hacer un evento de esta magnitud y fallido de la A a la Z". 

Recordó que tanto autoridades nacionales como de Estados Unidos le adjudican a la organización impresionantes capacidades de armamento y de transportación de drogas. 

Inconsistencias

Anabel Hernández aseguró haber analizado cintas y videos del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la CDMX (C5) dados a conocer por las autoridades, materiales que dice "no se comprenden".

Señala que en uno de los videos aparece un camión rotulado con "Carso" y un autobús de pasajeros con las luces encendidas, consideró como "un milagro" que el chofer y pasajeros de dicha unidad no hayan resultado ilesos. 

"¿Será que se volvieron piadosos y ya no llegan a balear como lo hacían antes?", cuestionó Hernández.

Por otro lado, dijo que "sería bueno que el gobierno nos dijera" o explicara la trayectoria de los proyectiles que dieron a la posición en que se encontraba el vehículo de Gabriela Gómez, civil que resultó muerta en el ataque contra García Harfuch, "para entender por qué ella sí fue herida y otros automovilistas no".

Comparó, además, dos fotografías de un fusil presuntamente decomisado tras el arresto de los imputados como responsables del atentado. En una de las imágenes, la recarga del fusil está abierta y vacía, en otra, tiene puesto el cartucho, lo que supone que alguien lo habría metido o sacado, lo cual no puede hacerse con la evidencia.

"Tengo preguntas qué hacer, no quiero ser insensible, la muerte de las tres personas no debió haber sucedido", dijo Anabel Hernández.

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