Gana el PP, pero sin votos para gobernar

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Gana el PP, pero sin votos para gobernar

Tarea difícil. El PP tendrá que negociar como nunca antes. Foto: Especial
Mariano Rajoy tiene complicada su investidura y no suma con Ciudadanos
63 diputados pierde el PP con respecto a 2011

MADRID.- Una nueva etapa política empieza desde hoy con la necesidad de acuerdos y una insólita incertidumbre. La irrupción con fuerza en el Parlamento de Ciudadanos y, especialmente, de Podemos ha dibujado un nuevo tablero en el que el PP es el más votado pero con menos del 30% de las papeletas y con muchas dificultades para formar Gobierno y para que Mariano Rajoy vuelva a ser presidente.

El nuevo Parlamento será un rompecabezas con más piezas de las que tenía el anterior y, además, difíciles de encajar por incompatibilidades entre ellas. La sombra de la ingobernabilidad marcará el día después del 20-D, porque hace falta el acuerdo de más de tres partidos para llegar a los 176 escaños de la mayoría absoluta.

Con el 99.4% escrutado, el PP pierde 63 diputados respecto a 2011 y queda con 123 muy lejos de la mayoría absoluta, incluso aunque obtuviera el apoyo de Ciudadanos. El segundo es el PSOE con 90 escaños, 20 menos de los que tenía, pero como mínimo mantiene el liderazgo en la oposición e incluso podría buscar una mayoría alternativa, complicada y con graves contraindicaciones políticas. El tercero es Podemos con 69 diputados. Ciudadanos queda muy por debajo de sus expectativas: 40 diputados.

El PP es el partido más votado en las generales del 20-D, las más disputadas de la democracia. Pero Mariano Rajoy, cabeza de lista de los populares, lo tendrá sumamente difícil para formar una mayoría que le permita gobernar. “Voy a intentar formar un Gobierno estable”, aseguró anoche en el balcón de la sede de Génova.

Tampoco es fácil que se pueda configurar una mayoría alternativa al PP y, en todo caso, sería preciso el acuerdo de más de tres partidos. El PSOE como segundo podría esperar a que lo intente el PP y buscar luego una alianza de partidos de izquierda y nacionalistas. Pero en todo caso con más de tres partidos y complicaciones en acuerdos programáticos, que le hacen imposible al PSOE despejar su ecuación.

PSOE y Podemos suman 159 escaños, casi lo mismo que los 162 de PP y Ciudadanos. El partido de Pablo Iglesias debe decidir si gobiernan los socialistas con otros partidos más, pero uno de los escollos para ese acuerdo es el referéndum que Podemos defiende para Cataluña.

Otra opción es la gran coalición PP-PSOE, pero ha sido negada siempre por el socialista Pedro Sánchez. Es decir, el líder del PSOE estaría en la difícil tesitura de elegir entre permitir que gobierne el PP o pactar para celebrar un referéndum en Cataluña, lo que tiene graves contraindicaciones para su partido.

El PP queda en 123 diputados, lo que hace que ni siquiera pueda alcanzar con Ciudadanos la mayoría absoluta de 176 escaños necesaria para que Rajoy repita como presidente. Ya Albert Rivera, cabeza de lista de Ciudadanos, había repetido en la campaña que no votaría sí en ningún caso en esa investidura, pero aunque apoyara a Rajoy, haría falta al menos un tercer partido para completar el puzzle.

Y no hay más opciones, salvo la abstención del PSOE, porque Rivera, además, se mostró incompatible con partidos nacionalistas que son los únicos que podrían completar esa mayoría con el PP.

Nunca antes un partido había ganado las elecciones con tan poco porcentaje de voto y nunca antes la noche electoral había dejado tan incierto el futuro. En todo caso, el problema no es tanto gobernar como superar la investidura por mayoría absoluta o por mayoría simple en segunda vuelta

El resultado está marcado por la irrupción con fuerza de dos partidos nuevos: Podemos y Ciudadanos. Especialmente bueno es el resultado de la candidatura de Pablo Iglesias, aunque no alcance al PSOE: es tercero con 69 diputados. En el resultado de Podemos debe sumarse el de las otras tres candidaturas que concurren con nombre propio en Galicia, Cataluña y Valencia: En Marea Podemos, En Comú Podem y Compromís/Podemos/És el moment, respectivamente. Aspiran a formar grupos parlamentarios distintos, pero la base es Podemos y, por tanto, en el global del resultado se le suman los votos y los escaños. El partido de Pablo Iglesias logra datos espectaculares en Cataluña y el País Vasco, donde su irrupción cambia por completo el escenario político.

Ciudadanos queda finalmente como cuarto partido y 40 diputados. Rivera aspiraba a ser el más votado pero no cumple las expectativas creadas por ellos mismos, no lidera la oposición y no es seguro que pueda hacer de árbitro para encajar las piezas incompatibles del nuevo Parlamento. Si puede tener un papel destacado en el Congreso, por ejemplo, forzando con Podemos una reforma de la ley electoral.

La inestabilidad política que se dibuja es aun mayor porque es difícil configurar una mayoría alternativa al PP. 

Nunca antes en España ha gobernado un partido que no sea el que ha ganado las elecciones. © EL PAÍS, SL. Todos los derechos reservados.