En la búsqueda de una vida artística que trascienda la autopromoción, Inés de León ha trabajado por llevar más allá de la supervivencia el área de la venta de arte, concretando en su nueva galería una nueva vía para trabajar. 

Arte Itinerante es un proyecto que durante cerca de 15 años se ha dedicado a trabajar el mercado del arte, concentrándose Inés en la investigación, la curaduría, la promoción y la búsqueda de nuevos artistas.

“No sólo se trataba de mi trabajo como pintora sino del de otros compañeros. Hemos visto la necesidad de hacernos nuestros propios promotores, tomamos la batuta y hemos decidido hacerlo. Hemos trabajado en ello pero no habíamos planteado el hecho de abrir una galería de artistas”, mencionó de León para VANGUARDIA. 

Es así que tras la concepción de la idea, y largo tiempo en el aire, se inauguró la noche del pasado martes Arte Itinerante, galería que en su apertura ofrece el trabajo de la propia Inés, Armando Meza y el zacatecano Enrique Barajas con la misión de dar a conocer artistas, integrarlos e ir más allá.

Para explicar a qué se refiere con ir más allá, Inés recuerda la historia de un artista mexicano del que se niega a dar el nombre, pero cuyo recuerdo le trae memorias a la cabeza, lágrimas a los ojos y dificultad para hablar. 

“Es un personaje muy importante en la plástica mundial. En una ocasión me regaló una pieza de sus obras de arte. Para mi era increíble porque era un artista muy cotizado, traté de negarme pero ya me había dedicado la pieza y de más”, relató. 

Sin embargo no sería la valiosa pieza el origen de la lección, sino la historia detrás de ella.
Dicho artista le contó a de León que un día llegó a casa de su madre, quien con pesadez le dijo que ‘no tenían para comer’.

En lo que aquel entonces era su improvisado estudio, el artista anónimo se introdujo para realizar diversas pinturas, entre las que se encontraba una que cortó en pequeñas partes y vendió entre sus amigos por 200 pesos.

Una de esas piezas, era lo que de León tendría entre manos, y gracias a la cual el artista pudo ofrecer dinero a su madre, y a la que él mismo tituló como la serie de la ‘Multiplicación de los Panes’.

“Por 2010 hubo una recesión muy grande. El mercado del arte cayó mucho y lo resentimos demasiado sobre todo aquellos quienes vivíamos al cien por ciento del arte”, añadió Inés.

Por ese motivo, tuvo que deshacerse de la pieza, sin embargo por el tiempo su valor se había disparado, por lo que su comprador tuvo que pagar a plazos durante un año la totalidad del precio. 

“Me impactó mucho, porque este artista siguió multiplicando los panes. Eso me hizo entender que los artistas no podemos ser indiferentes a la necesidad que los artistas y que la gente tienen, pero sobre todo que los más necesitados no son siempre aquellos a los que les faltan recursos materiales”, mencionó.

Fue así como surgió la fundación Viviendo como Jesús A.C., que ha tenido como fin las actividades que independientemente ha realizado Arte Itinerante, apoyando a personas con problemas de adicción a las drogas y al alcohol.

Aseguró que conforman la fundación personas que de una forma u otra tuvieron que ver con las adicciones, se encontraron con el camino de la recuperación y decidieron unirse. 

“Esa es la mística de nosotros, compartir con otros lo que nosotros encontramos en esa recuperación, apoyando a las personas que pasan por una situación que nosotros mismos también atravesamos en algún momento de nuestra vida, porque nadie está excento de eso”, añadió la pintora 

Esta etapa también tuvo influencia en su propio trabajo, ya que aunque describe el camino del artista como una constante búsqueda, ella ahora trata de plasmar en su trabajo y en su público la búsqueda de la reconexión entre el hombre y su creador, su origen.

“Digamos que estoy buscando la parte espiritual del artista que hay en mi o de mi como artista y plasmarla en los lienzos”, explicó, añadiendo que la galería es además una respuesta a un punto de desatención en el trabajo de las instituciones culturales.

“No estoy muy enterada, pero promueven el arte de artistas foráneos y no locales con una finalidad de información al público de educación, un poco de educación también, esas son desgraciadamente para nosotros creadores las limitantes de las instituciones públicas que promueven las artes”,aseguró. 

Es decir, Arte Itinerante es un proyecto que busca fungir como una organización de artistas para apoyar a más artistas otorgándoles un punto de venta, que tiene además el fin de ayudar. 

“Es fácil encasillarse en el papel de divo y pasarla muy padre en las exposiciones, la fiesta, las bohemias; es muy padre pero no pasas de ahi y de salir en el periódico, en el museo que más parece mausoleo. Eso no es trascender el arte, para mi trascender es dejar una estela en el corazón del hombre”, señaló.

La artista finalizó mencionando que crear desde el corazón es arte.

“El arte para mi es un corazón que canta, que toca, que escribe y que pinta, porque dejas un cachito de ti, en una obra de arte. Puede dejar grandes cosas en el ser humano siempre y cuando esté receptivo a ello, pero deberíamos colocarnos como dadores ya que tenemos algo bonito en nosotros para transmitirlo”.

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