Gaby Rodríguez: la dedicada madre que ya no está

Usted está aquí

Gaby Rodríguez: la dedicada madre que ya no está

Memorias. Liliana Saucedo recuerda a su hija, lo cercana que era a la familia, a su hijo y lo responsable también. Todo eso se lo arrebataron.
La mamá de la joven operaria no da crédito a lo que le pasó a su hija, la extraña y aunque pide justicia, sabe que eso no se la va a regresar
No concibo que ella no está ahorita, todavía le pido a Dios que me la regrese”.
Liliana Saucedo, mamá de Gaby.

Desde pequeña Gaby fue querendona, apegada a su familia. Entre sus proyectos más grandes se encontraba el comprarse una casa y vivir ahí con su hijo Daniel, que a sus cinco años ha quedado en la orfandad.

Desde pequeña, siempre fue considerada como una niña muy alegre, solidaria, amorosa, la cual, con el paso de los años, anhelaba convertirse en una enfermera para dar una mejor vida a su familia.

Ingresó a cursar una licenciatura en la Cruz Roja, trabajaba y estudiaba para ayudar a su mamá y fue cuando casi llegaba a los 18 años que quedó embarazada, y por complicaciones en su estado de salud se vio en la necesidad de abandonar la escuela. Recientemente comentó a sus padres que quería terminar sus estudios.

“Gaby, si nos enfermábamos, nos inyectaba, se ponía muy lista para cualquier medicamento, estudiaba, tenía a sus amigas y era muy puntual en su trabajo, era muy trabajadora”, dijo Liliana Saucedo, su madre.

Daniel, el hijo de Gaby, era su principal objetivo, trabajaba largos turnos para comprarle lo necesario, así se le recuerda entre sus seres queridos, como una mujer trabajadora, solidaria, pero sobre todas las cosas muy amorosa.

“Me cuesta mucho trabajo aceptarlo, Gaby era la mejor hija que he tenido, qué más quisiera yo, era bien trabajadora, era bien responsable, quería mucho a su hijo; él no sabe nada”.

SUEÑOS ROTOS

Gabriela Rodríguez trabajaba en la empresa Whirlpool y un día llegó a casa de sus papas contenta, pues recién había verificado su estado de crédito Infonavit y en pocos meses se le autorizaría un monto considerable con el que podría “sacar” su casa.

Quería una casa pequeña pero cerca de sus padres, porque casi a diario los veía.

Entre lágrimas, su mamá contó a VANGUARDIA que esperaban juntas el regreso a clases, ambas tienen hijos de cinco años de edad, vivieron juntas su embarazo, y pensaban ir al primer día de escuela a dejar a los dos niños al jardín; el de ahí de la colonia Valencia.

“Estaba yo esperando que se llegara el niño al kínder para llevarlo, esperaba que ella iba a acompañarme. No concibo que ella no está ahorita, yo todavía le pido a Dios que me la regrese, la sigo esperando noche tras noche”, dijo con voz triste la mujer.

Gaby era amante de tomar fotografías, aunque no tenía un curso o preparación, siempre estaba captando momentos con su familia, de esos hechos, ahora solo los recuerdos le quedan a la familia Rodríguez Saucedo.

SUS VECINOS LA VEÍAN BIEN

En la calle Salamanca de la colonia Valencia, donde vivió Gaby de noviembre del 2018 a la fecha, los vecinos le conocían por ser una mujer seria, pero amable, trabajadora. “Ella de su trabajo a su casa” dijo Mary, una vecina que no da crédito a lo sucedido.

La mayoría de las familias que habitan junto a la casa blanca y con portón café donde ahora hay cintas para que nadie entre, comentan que ella siempre fue dedicada a su hijo.

“Se le notaba que lo quería mucho, uno como madre les grita de repente ya métete, o no estés haciendo eso, pero ella no, ella le hablaba con mucho cariño, lo trataba muy bien.

“Nosotros conocíamos más al niño porque ella siempre saludaba, pero era de estar solo en su casa”, comentó una de las vecinas más cercanas y quien pidió el anonimato en su testimonio.

“Mi hijo y el de ella iban a entrar al mismo kínder, habíamos platicado sobre los uniformes, los útiles escolares, la veía muy tranquila no sabía que tuviera algún problema. Yo cuando llegue ella ya vivía aquí, nunca escuché ni gritos ni nada, solo una vez que supe que detuvieron al muchacho por la demanda que le puso”.

YA HABÍA REGISTRADOS ANTECEDENTES DE  VIOLENCIA

En abril del presente año, Gabriela sufrió una agresión fuerte por parte de su pareja, ella acudió a la tienda de la misma cuadra donde vivía a pedir ayuda, comentan que iba muy golpeada y pidió ayuda pues él le había retenido a su pequeño hijo y se negaba a entregarlo.

En ese momento llegó la policía y lo detuvo.

“Ella se veía que era una persona buena, no socializaba mucho por que trabajaba casi todo el día, cuando la veíamos siempre andaba con el niño.

“Él, (su pareja) no se veía agresivo pero tenía una cara de raro, nunca supimos cómo se llamaba por que siempre le decía amor, ‘amor quieres esto’, sí por favor’, pero con el tiempo, después de la primera vez que vino a pedir ayuda porque la golpeó, nos dábamos cuenta de que las agresiones eran más fuertes, pero ella ya no venía, tal vez por vergüenza.

Liliana Saucedo, sentada en el sillón de su sala sufre y habla sobre el hombre que mató a su hija: “No le deseo lo peor, solamente Dios sabe que pasó, me cuesta mucho trabajo tratar de perdonarlo, espero en Dios que se haga justicia, aunque con eso no me la van a regresar”

“Gaby, si nos enfermábamos, nos inyectaba, era muy puntual en su trabajo, era muy trabajadora”.

Liliana Saucedo, mamá de Gaby.

“Ella le hablaba con mucho cariño (a su hijo), lo trataba muy bien”.

Vecina de Gaby.

Necesario emitir alerta de género

Ante el incremento de casos de violencia contra las mujeres en Coahuila, el presidente de la Junta de Gobierno del Congreso del Estado, Marcelo Torres, consideró necesaria la emisión de una alerta de género.

Aseguró que las autoridades deben echar mano de todos los recursos y las políticas existentes para el combate de la violencia de género.

“A mí me parece que sí (es necesaria la alerta de género), me parece un tema delicado, no podemos escatimar, tenemos que hacer lo que tengamos que hacer, invertir recursos, colaboración, entendimiento, dialogo, para frenar estos hechos, nadie puede desentenderse de esta terrible situación”, comentó el legislador.

Alejandro Montenegro.