¡Fuerza México!, dice un niño rescatado

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¡Fuerza México!, dice un niño rescatado

Rescate. Trabajadores siguen sacando cuerpos y personas. Foto: Especial
Es alumno del colegio Rébsamen donde más de una veintena de menores fallecieron
Al estar bajando las escaleras comenzó a moverse todo muy fuerte. Al tocar tierra vi cómo se colapsó la dirección y quedé atrapado entre los escombros”.
Carlos Quintero, sobreviviente.

CDMX.- Empieza a temblar, nos damos cuenta porque el suelo de la escuela (“Enrique Rébsamen”) es de madera y comienza a rechinar, creo que ese ruido nunca lo podré olvidar.

La prefecta, todos, los maestros, los alumnos salen en ese instante. Justo es así como Roberto Carlos Quintero Sánchez, de 12 años, le rememora el momento en que quedó atrapado bajo los escombros de su escuela.

“Estaban dando indicaciones desde la dirección, el sitio que colapsó totalmente. A los 10 segundos de estar bajando las escaleras comenzó a moverse todo muy fuerte. Al tocar tierra, firme, vi cómo se colapsó la dirección y quedé atrapado entre los escombros”, recuerda.

Mientras nos platica, la voz se le corta, se ausenta con la mirada por segundos, regresa y narra el peor momento de su vida, cuando se le cayó encima, no sabe qué, pero si sintió el fuerte golpe.

Su brazo está lastimado, perdió la noción, no sabía en dónde estaban varios de sus compañeros. Fue hasta un día después, ayer miércoles, cuando ya pudo ver a algunos.

Sus ojos rojos, sin emitir una lágrima, aún reflejan dolor; sin embargo, es aquí cuando lamenta que uno de sus compañeros falleció. Se guarda su nombre por respeto pero lo recuerda con cariño.

Desde el Hospital Ángeles Acoxpa, donde fue llevado para atenderlo, se percibe la cicatriz tras haber quedado atrapado por varios minutos bajo los escombros.

Lo acompañan sus padres, la madre está desconsolada y agradecida con Dios porque su hijo está vivo. Recuerda que los vecinos ayudaron a evacuar la zona, colocaron dos escaleras de cada lado para evacuar a todos los niños.

“Fuimos llevados a un área donde hay muchas casas y en esa zona íbamos siendo recogidos, la escuela estaba colapsada, hay bastantes desaparecidos y fallecidos”, dice.

Se siente feliz porque alguien lo rescató pronto, llegó al hospital un día después porque no había forma de trasladarse. Había muchos autos, personas, no estaban organizadas. “No tengo ninguna fractura pero si contracturas, lo más doloroso, complicado es perder a alguien, que quede atrapado”, agrega.

Por eso pide a los padres de familia de sus compañeros de escuela, que aún están atrapados, que sean fuertes y esperen que salgan vivos y en buen estado. “No importa en qué escuela, en dónde. ¡Fuerza México!”, aconsejó levantando la voz.