Las cifras a nivel nacional están siendo claras: México ya entró a la tercera oleada de contagios por COVID-19.

A casi 16 meses de que el coronavirus fue declarado como pandemia, México y el mundo han tenido avances para lograr inmunizar a la población y salir de la emergencia sanitaria más grave de las últimas décadas.

Sin embargo, estos avances siguen quedando cortos ante los ciclos que ha tenido la enfermedad.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) confirmó ayer lo que las mismas autoridades mexicanas habían adelantado: el País está inmerso en esta tercera ola.

A diferencia de las anteriores oleadas de contagios, los grupos poblacionales más vulnerables ya han sido vacunados, lo que pone en el centro de atención a los jóvenes.

Hace semanas, en estas mismas páginas de VANGUARDIA, se advirtió que una nueva ola de contagios golpearía principalmente a este sector de la población, el cual juega un rol clave en la economía que afronta otro de los retos de nuestros tiempos, como lo es la reactivación.

Si bien lo más valioso para una sociedad es la vida, no se puede dejar de lado la necesidad de echar a andar la economía tras los impactos severos que vivimos el año pasado.

Todo ello sirve como contexto para dejar en claro que evitar un nuevo duro golpe al País y a Coahuila por parte del COVID-19, es labor de todos.

Aunque en la localidad no se han registrado incrementos tan marcados como en otras partes del País, sí se ha detectado, principalmente en la Región Sureste, una ligera alza de contagios que obliga a reforzar las medidas sanitarias.

Es bienvenido que en las próximas horas arranque el proceso de vacunación de la población que se ubica entre los 30 y 39 años. Sin embargo, esto no resulta suficiente.

Todos debemos concientizar que la pandemia sigue aquí, si bien se han retomado algunas actividades que fueron canceladas el año pasado, esto no es sinónimo de que ya no haya peligro.

Evitar mayores estragos en materia sanitaria, económica y social por una tercera ola es tarea de todos. Considerar las medidas sanitarias que ya conocemos, tales como el uso de cubrebocas, evitar salir más que a lo necesario, así como la sana distancia cuando se esté en lugares públicos, nos ayudará a frenar al COVID-19.

Todos cerremos filas para evitar que esta tercera ola nos deje más afectaciones de las que ya se han tenido.