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Fracaso rotundo el deporte en México
Que lejos está aquel 2 de diciembre de 2013, día en que el presidente Enrique Peña Nieto aseguró que “el gobierno de la República está determinado a convertir a México en una potencia deportiva, para alcanzar este objetivo la Conade trabaja con una visión a largo plazo”.
Hoy, a 15 meses de que termine su sexenio, el deporte en el país sigue careciendo de estructura, preparación y especialmente, de presupuesto.
Que lejos está de cumplir ese compromiso.
Deporte sin prioridad
Al inicio de su mandato, la Comisión de Cultura Física y Deporte (Conade) contaba con 7 mil 179 millones de pesos, 55% mayor al otorgado en el año olímpico de 2016. El deporte ha dejado de ser prioridad. Algo lamentable ya que el deporte no es solo un espectáculo sino que es una vía para mejorar la calidad de vida, reducir la inseguridad y construir tejido social.
Menos de un minuto se le ha otorgado en cada uno de los Informes rendidos por el Presidente en los últimos años, en donde los “logros” deportivos no han sido suficientes.
Hace falta una reestructuración en materia deportiva, no sólo para erradicar los procesos burocráticos que impiden el desarrollo de la cultura física para los niños y jóvenes mexicanos en todos los niveles, sino también para desmontar los intereses económicos y políticos que entorpecen o condicionan el éxito internacional de los atletas de alto rendimiento.
Cuando Peña Nieto nombró a Alfredo Castillo como encargado, se desató una férrea batalla entre la Conade, federaciones y el Comité Olímpico, por el dinero, las exigencias y el poder, que al final afectó en demasía a los atletas, quienes en pleno año Olímpico, batallaron para conseguir presupuesto para su viaje y uniformes adecuados. A pesar del enorme esfuerzo y voluntad que han mostrado nuestros atletas para competir en condiciones difíciles, los problemas no han sido solucionados.
Alfredo Castillo, director general de la Conade, continúa como el principal culpable de tal fracaso, por la suspensión de financiamientos y la falta de un plan organizado, capacitación y preocupación por los deportistas; sin embargo, son igualmente responsables el presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM), Carlos Padilla Becerra, y los presidentes de cada federación deportiva, quienes sistemáticamente se niegan a comprobar gastos del dinero público que reciben, dinero que se pierde en el bolsillo de unos pocos.
Una historia que se sigue repitiendo hoy en día, ya que federaciones como la de Atletismo y la de Tae Kwon Do han tenido dificultades para cubrir los gastos de los representantes.
Las promesas de su gestión
1.- Establecer una plataforma, con visión de largo plazo, para reorganizar el sistema deportivo del país y transformar a México en una potencia en la materia.
2.- Rescatar, junto con los ciudadanos y autoridades locales, dos mil 500 parques y espacios deportivos abandonados.
3.- Construir 32 nuevas unidades deportivas estatales en toda la República, con instalaciones adaptadas a las necesidades de las personas con discapacidad.
4.- Impulsar el deporte estudiantil mediante un sistema nacional de olimpiadas interescolares.
5.- Organizar en México eventos deportivos internacionales de trascendencia e importancia.
6.- Otorgar mayores apoyos para nuestros atletas de alto rendimiento, con un programa que les asegure un futuro productivo.
7.- Fortalecer los programas para capacitar y formar especialistas técnicos y entrenadores deportivos del país.
Algunos escándalos