La proyectada fusión entre Pfizer y Allergan, que sería la más grande en el sector farmecéutico hasta la fecha, ha sido anulada a causa de la oposición del Gobierno de Estados Unidos, informaron hoy ambas empresas.

El Departamento del Tesoro de Estadosa Unidos pretende cerrar una laguna fiscal que le habría permitido a Pfizer ahorrar mucho dinero trasladando su sede al exterior.

La fusión, anunciada en noviembre pasado, había sido valorada en 160,000 millones de dólares (141,000 millones de euros).

El Departamento del Tesoro había presentado el lunes nuevas normas para frenar la fuga de capitales de empresas estadounidenses mediante fusiones con empresas extranjeras más pequeñas.

El martes, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, había calificado la proyectada operación como un intento de crear una de las "lagunas fiscales más pérfidas".

La ofensiva del Gobierno norteamericano contra la fusión coincide con la filtración de los denominados Papeles de Panamá sobre negocios financieros en paraísos fiscales.

Para Pfizer, fabricante del viagra, las ventajas impositivas eran un motivo fundamental para buscar la fusión y trasladar su sede a Irlanda, la patria de Allergan, fabricante del botox. En Irlanda, la compañía estadounidense habría pagado mucho menos impuestos.

La condición para el traslado de la sede de Pfizer era que el tamaño de la nueva empresa extranjera producto de la fusión debería equivaler al menos a la cuarta parte de la compañía estadounidense. En los tres últimos años, Allergan solo había podido cumplir esta condición mediante nuevas adquisiciones, que las nuevas medidas adoptadas por el Gobierno en Washington ya no reconocen.

Como consecuencia del fracaso de la fusión, Pfizer tiene que pagar a Allergan una indemnización de 150 millones de dólares. La compañía estadounidense anunció que retomará su vieja estrategia de estudiar las perspectivas de un desmembramiento de la empresa.