Fracasa intento de sindicalizar a las trabajadoras domésticas en Coahuila
A pesar de los esfuerzos por intentar agremiar a las trabajadoras domésticas a un sindicato bajo el mando de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), éste no se ha conformado por el temor a que puedan perder su empleo o suponer que habría “deslealtad” hacia sus patrones.
El senador cetemista Tereso Medina confirmó a VANGUARDIA que no han logrado convencer a las trabajadoras domésticas para que se agremien y pueden obligar a los patrones a que les otorguen mayores prestaciones.
“Buscamos organizar a las trabajadoras domésticas para que se constituyan en una organización sindical para que logremos que este segmento de la población tenga seguridad social. Nosotros apelamos a que los empleadores sean sensibles para que entiendan que brindarles seguridad social a las trabajadoras del hogar no significa el fin del mundo”, señaló Medina.
La Ley Federal del Trabajo no contempla obligar a los patrones afiliar a las trabajadoras domésticas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ni otorgarles prestaciones como Infonavit debido a que aún pertenecen al empleo informal, detalló Javier Treviño Rodríguez, coordinador de Posgrado e Investigación de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC).
Respecto a ello, Medina señaló que desde hace unos meses presentaron una iniciativa en el Senado de la República en la que se obligue a los patrones a afiliar a las empleadas ante el IMSS, y que éstos puedan hacer sus aportaciones voluntarias. Sin embargo, el proyecto legislativo fue turnado a la comisión del Trabajo y no descartó que pronto pueda ser votado.
LOS DERECHOS
Según el artículo 334 establece que “salvo lo pactado, la retribución del doméstico comprende, además del pago en efectivo, los alimentos y la habitación los cuales se estimarán equivalentes al 50 por ciento del salario que se pague en efectivo”.
La legislación también contempla derecho a un descanso semanal de día y medio ininterrumpido, preferiblemente en sábado y domingo.
“Faltan muchos detalles que necesitarían resolverse para tener una protección más amplia, pero no se les puede trabajar menos del salario mínimo. Si son trabajadores que descansan en el mismo lugar en el que laboran deben tener por lo menos 9 horas de descanso consecutivo por la noche y tres horas de descanso (entre sus actividades) durante el día”, explicó Javier Treviño Rodríguez.
PONER EL EJEMPLO
El senador Tereso Medina Ramírez exhortó incluso a la clase política para que sean los primeros en agremiar a las empleadas domésticas que laboran en sus hogares.
“Apelo para que pongamos el ejemplo y demos la oportunidad a las trabajadoras para que tengan seguridad social. Sería un paso muy importante que en otros sectores que tengan una trabajadora en esas condiciones se animen y generemos confianza suficiente para agruparlas y darles la protección que se requiere”, dijo.
En Coahuila existen más de 65 mil trabajadoras domésticas que reciben contratos “de palabra” y por consecuencia no cuentan con los servicios de Seguro Social y perciben un salario de entre 700 y mil 500 pesos a la semana.
Las empleadas domésticas no cuentan con un contrato que indique horario de entrada, salida, prestaciones, derechos y obligaciones. Al contrario, muchas de ellas son recomendadas entre personas de alto nivel socioeconómico según su honradez, trabajo y disposición, aunque no les pagan horas extras y algunas de ellas permanecen más de ocho horas diarias en su lugar de trabajo.
Mientras que la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2015 asegura que en México son 2 millones 466 mil 615 personas que trabajan en el cuidado del hogar son discriminadas porque no cuentan con un contrato escrito, seguridad social, ni ninguna prestación, más que los derechos y obligaciones que de buena voluntad les otorgan sus patrones.
DATOS
65 mil trabajadoras domésticas se calcula que hay en Coahuila.
De entre 700 y mil 500 pesos ganan a la semana.
No tienen horario de entrada ni de salida.
Tampoco cuentan con prestaciones.
Aunque trabajan más de ocho horas al día, no les pagan tiempo extra.
No cuentan con seguridad social ni con Infonvit.