Fracasa “Downsizing” de Alexander Payne en el Festival de Venecia

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Fracasa “Downsizing” de Alexander Payne en el Festival de Venecia

El director de cine estadounidense Alexander Payne a su llegada a la septuagésimo cuarta edición del Festival de Cine de Venecia. Foto: EFE
"Downsizing" compite por el León de Oro que entregará el 9 de septiembre un jurado presidido por la actriz estadounidense Annette Bening.

¿Y si para solucionar los problemas medioambientales del planeta se redujera a toda la población a un tamaño de apenas 12.9 centímetros? Esa es la original y curiosa propuesta con la que arranca "Downsizing" ("Una vida a lo grande"), la comedia con la que el Alexander Payne inaugura hoy la 74 edición del Festival de Venecia.

Ese método de miniaturización, "downsizing", es ideado y puesto en práctica por un científico noruego y llega a Estados Unidos aparejado a la promesa de una vida a lo grande, sin preocupaciones, en un nuevo mundo construido a medida.

A ese sueño se van sumando numerosas personas de toda índole y en todas partes del planeta, así como el protagonista, Matt Damon, un terapeuta cuyos ingresos no le permiten prosperar económicamente y que decide aventurarse en una de esas nuevas "microsociedades".

En su nueva vida no todo funciona como imaginaba. Su mujer (Kristen Wiig) decide abandonarle y su nuevo vecino, un caradura con suerte, (el siempre convincente Christoph Waltz), le hará descubrir otras emociones.

"Abre los ojos, no seas tan estadounidense" es lo que le dice en uno de los momentos de la cinta Waltz a Damon y en esa frase se resume también el mensaje políticamente correcto que envuelve la película: hay que fijarse más en las pequeñas cosas que hacen grande al ser humano.

El actor estadounidense Matt Damon a su llegada a la septuagésimo cuarta edición del Festival de Cine de Venecia. Foto: EFE

Y precisamente ese es el punto débil de esta comedia en que intercala un poco de drama. "Donwnsizing" ("Una vida a lo grande") cuenta con un original arranque y consigue momentos divertidos como los diálogos entre el protagonista y la disidente vietnamita a la que interpreta Hong Chau, pero al estadounidense Payne (de 56 años) le falta la mordacidad de anteriores trabajos como "Sideways" ("Entre copas") o "About Schmidt".

Cuando se le preguntó en rueda de prensa si su mensaje no era demasiado vago y qué reacción esperaba de los compatriotas que votaron al presidente estadounidense Donald Trump, contestó: "Es difícil pronosticar cómo lo verán". Y esquivó en todo momento entrar en temas pantanosos.
La película se centra más en cuestiones "humanistas que en políticas", salió a su rescate su coguionista Jim Taylor ("Sideways").

Damon, que se está especializando en interpretar al estadounidense medio, tampoco quiso entrar en arenas políticas, tan movedizas en su país, y recurrió a respuestas casi de manual como cuando aseguró que el cine es uno de mejores instrumentos para empatizar con lo que sucede en el mundo o que está encantado de haber participado en la película más optimista que ha rodado Payne.

Creo que al final todo se reduce a que "todos estamos en esto". "Creo que es un mensaje lleno de esperanza en un mundo dividido", concluyó el actor, que también participa en "Suburbicon", la película de George Clooney que se estrena el sábado a concurso en el certamen italiano.

Y si pequeños son los protagonistas de "Downsizing", también lo fue el aplauso que recibió. Además, las expectativas en esta cinta eran grandes, ya que la película inaugural el año pasado en Venecia, el musical "La La Land", acabó arrasando en los Oscar.

"Downsizing" compite por el León de Oro que entregará el 9 de septiembre un jurado presidido por la actriz estadounidense Annette Bening ("American Beauty") y del que también forma parte el director y productor mexicano Michel Franco ("Después de Lucía”).

Para todos esos días se ha elaborado un dispositivo especial que cuenta con un 30 por ciento más de agentes que el año pasado, pero el público, los artistas y los acreditados no lo van a percibir, pues aunque se trata de una zona prácticamente blindada se trabaja con un sistema de cámaras que estarán controladas las 24 horas del día.

Además entre los visitantes se camuflarán agentes vestidos de civil que irán fotografiando con cámaras camufladas como celulares a posibles objetivos, según explicó el responsable de la seguridad pública de Venecia, Vito Danilo Gagliardi, en declaraciones al diario local "Il Gazzettino".