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Fomentan saltillenses la tradición del Nacimiento
En vísperas de la Navidad una de las tradiciones que caracterizan a los saltillenses es la veneración de los Niños Dios, a quienes admiran en estas fechas por agradecimiento a los favores concedidos o para hacer alguna petición principalmente por trabajo, salud e incluso amor.
Y es que para los que veneran a estas pequeñas figuras de cera, plástico o de cualquier otro material, la fe es la misma. Dicen que ‘pide y se te dará’ por lo que los devotos del Niño Dios se esmeran año con año con tejer los pequeños vestiditos de estambre en distintos colores, y en limpiarlos arduamente para que estén en perfectas condiciones para su Nacimiento celebrado este 25 de diciembre.
Socorro Ayala, una enfermera retirada, es una de las mujeres que ha fomentado la tradición en su familia de venerar y agradecer al Niño Dios por todas las bondades que ha recibido durante todo el año. En su Nacimiento tiene colocados cuatro figuras de este tipo, las cuales coinciden con el mismo número de nietos que tiene.
“Cada uno de mis hijos (nietos) tiene su Niño Dios. Buscamos ponerlo muy bonito en estas fechas porque celebramos su nacimiento, pero para enero comenzamos con las ‘levantadas’ que consisten en realizarles a cada uno su rosario y ofrecerle dulces o juguetes para que nos conceda los favores pedidos por nosotros”, asegura.
Antes del 2 de febrero, Día de la Candelaria, las familias creyentes acostumbran a que los padrinos del Niño Dios lo visten, realizan un rosario y ofrecen dulces para conmemorar la “levantada” del Niño Jesús.
Según algunos párrocos esta tradición fue introducida a Coahuila por los misioneros franciscanos, aunque tiene raíces en la evangelización que tuvieron aquí en San Esteban, donde se localizó su convento.