Los padres de familia deseamos que en nuestro ejercicio de la pater/maternidad nuestros hijos crezcan formándose responsables, curiosos e independientes. Sin embargo ser autónomo no significa necesariamente dormir solos en su cuarto antes del año, o que deje los pañales antes de los dos años.

La autonomía la obtienen los pequeños gracias al amor y la confianza de los padres y con las pequeñas cuotas de responsabilidad que podemos asignarles a medida que crecen. Según la filosofía Montessori, si quieres que tus hijos crezcan siendo autónomos, hay algunas tareas del hogar que puedes asignarles según su edad. Sigue leyendo y anota estos consejos.

Analiza tu propio comportamiento y contesta con sinceridad para ti mismo. ¿Eres de los que recoge lo que tu hijo deja tirado en su cuarto? ¿Levantas su plato de la mesa, si él no lo hizo? ¿Crees que más adelante lo irá aprendiendo? Si este es tu caso, es más que nunca momento para poner manos a la obra.

Desde que nuestros hijos son chicos les podemos otorgar algunas tareas en el hogar y al ver cómo asumen su tarea como algo que deben hacer habitualmente. Poner su vaso en el fregadero cuando terminan su merienda, recoger su plato, colgar su abrigo, juntar sus juguetes, y muchas otras actividades pueden ser aptas para tu hijo. De acuerdo a su edad estas actividades lo entrenarán para su autonomía.

1.- Guardar sus juguetes

Es algo que pueden hacer desde muy pequeños, prácticamente desde que comienzan a gatear. Comienza enseñándole a hacerlo como un juego, para que se convierta en un hábito. Acompaña tus dichos con tus actos y mantén la casa y tus propias cosas ordenadas para que el niño vea que el orden es responsabilidad de todos en la familia.

2. Déjalo que se vista solo

Desde los 2 años a los niños, les encanta ponerse sus zapatos o vestirse solos. Aunque te lleve más tiempo, aunque no lo esté haciendo correctamente, déjalo que pruebe, que intente y dale tiempo para que él mismo busque la forma de colocarse su pantalón o su zapato. Facilítale el proceso comprándole tenis de velcro y pantalones de elástico, fáciles de subir. Parece poco, pero cuando el niño se viste solo comienza a ver que tiene control de su cuerpo y de su vida. Según la filosofía Montessori, es importante dejar la ropa a su alcance, para que él decida qué ponerse. Escoge tú las opciones y deja que él decida entre dos o tres conjuntos.

3. Limpiar lo que ensuciaron

Si a tu hijo se le cae un poco de leche, ellos deben saber a dónde ir por un trapo para limpiar la mesa. No importa que luego nosotros limpiemos a profundidad, se trata de que se demuestren a sí mismos que ellos pueden hacerlo.

Déjales a mano algún trapo con el que puedan limpiar cuando ensucien el piso o la mesa. Compra una escoba pequeña de su tamaño para que barran las migas cuando comen galletas. Esos pequeños actos los harán sentir orgullosos de sí mismos por poder colaborar con el hogar y la familia.

4. Aliéntalo sin forzarlo

Si no quiere vestirse solo, no desea limpiar, o no quiere recoger los platos, no lo fuerces. Procura alentar a tu hijo día a día a que vaya descubriendo él mismo su autonomía. En lugar de decir “mira lo que hiciste, ahora tengo que limpiar”, di con calma “se te cayó agua en el piso, ve a buscar un trapo y límpiala, por favor”. Cuando tiren cereales o galletas en el piso no pongas mala cara y vayas a buscar la escoba, sino permítele a tu hijo limpiar y dile “sé que podrás recoger las migas muy bien”.

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El respeto y el amor son la clave para criar hijos autónomos. Cualquier actividad que emprendas para orientar la autonomía de tu hijo es progresiva. No se trata de darle a tu hijo responsabilidades de un adulto, sino brindarle las herramientas para que descubra sus propias libertades y límites. Sé paciente y verás cómo día a día tu hijo se sentirá más libre y feliz.