En los últimos años, entre otros cambios que hemos presenciado, está la aparición de las criptomonedas como las Bitcoin, Litecoin y Ethereum, así como la diversificación en el tipo de inversiones distintas a las que hasta principios del siglo XXI se utilizaban tradicionalmente en los mercados. Esta evolución acelerada del sector económico a nivel mundial ha sido consecuencia de la aplicación concreta de las tecnologías de información y comunicación en las operaciones financieras, fenómeno también llamado Fintech.

Este cambio disruptivo ha requerido que las personas, empresas e instituciones financieras tengan que adoptar nuevas maneras de realizar operaciones económicas. Por ejemplo, en 1990, ¿quién en su sano juicio hubiera pensado que se podrían realizar compras, ventas y transferencias de valores a través de un teléfono celular? Hoy en día, todavía muchas personas siguen reacias a la idea de cambiar del papel a la pantalla, sobre todo si se trata de dinero. Sin embargo, las Fintech tienen algunas aplicaciones que podemos aprovechar a nuestro favor.

Uno de los principales ejemplos de lo anterior,  es el uso de algoritmos para la compra y venta de acciones. Ahora tenemos la posibilidad de programar un conjunto de operaciones que detecten ineficiencias en el mercado en donde la valuación de una acción esté equivocada y consecuentemente se puedan comprar o vender cantidades enormes de esa acción para generar una ganancia.

De manera parecida funcionan los robots consultores como herramientas de las Fintech. En este caso, los consultores son simplemente plataformas automatizadas que ayudan a las personas a obtener consejos para la conformación de portafolios de inversión a la medida. Esto es realizado mediante cuestionarios con los que el robot determina el perfil del inversionista para que  le ayuda a tomar una decisión.

Quizá la aplicación más importante de las Fintech y la que podría tener mayores repercusiones sociales es el Blockchain, que consiste en una especie de libro virtual en el que se registra de manera permanente e inquebrantable cada operación realizada, con la posibilidad de que todo el mundo pueda observarlo. Esta tecnología  podría transformar radicalmente el trabajo de los notarios, corredores y contadores públicos, puesto que ya no sería necesaria la “fe pública” de la transferencia de objetos, al estar a disposición de cualquier persona, la información de cada transacción. Otras profesiones que tendrán que evolucionar por esta aplicación son: banqueros, cajeros y demás personas relacionadas a la banca.

¿Y en México, cómo nos afectan las Fintech?

En nuestro país, es cada vez más visible la presencia de tecnologías en los servicios financieros. Ya son cotidianas las operaciones bancarias a través de los portales electrónicos y aplicaciones móviles que facilitan al usuario realizar transferencias y mejorar su experiencia con la banca, lo cual hace inminente la conversión completa de las finanzas a la tecnología.

El futuro de las finanzas es incierto, lo que sí es seguro es que tanto el mercado como los usuarios tendrán que pasar del “viejo estilo” a Fintech.  Yo te invito lector, a informarte más acerca de estos nuevos métodos de inversión, pues te aseguro, que estamos muy cercanos a converger con un mundo totalmente tecnológico-financiero.

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