‘Juntos y solos’ es un compendio de cuentos que hablan sobre gente que estuvo sola y perdida, pero que terminó uniéndose de cierta manera, justo como sucedió el autor del libro Alberto Fuguet y el escritor Xavier Velasco.
Esto se dio a conocer durante la presentación del libro en la que Velasco narró haberse sentido cercano a Fuguet desde 1996 cuando leyó ‘Mala Onda’.

“Yo no sabía quién era Alberto Fuguet, y en el momento en el que lo empiezo a leer viene uno de esos momentos en los que descubres ¡oh mira, otro perdido!, no estoy tan solo” aseguró entre risas el novelista.

Aseguró que en Fuguet encontró la clase de ‘perdidos’ que le caen bien, “ese perdido al que le tiene sin cuidado cuál sea la tradición de la narrativa latinoamericana, le tiene sin cuidado lo que es quedar bien con nadie, sencillamente le da igual solo vive su momento sin preocuparse como tiene que ser”:

Recordó además como cuando al empezar a escribir, momento en el que “el medio literario no me tenía respeto pero tampoco lo buscaba”, se sintió aliviado de encontrar a Fuguet y a Enrique Serna, quienes sin saberlo lo motivarían a escribir su primera novela.

“Con este libro siempre tuve la sensación de que no estaba leyendo un cuento, sino que estoy leyendo una novela, pero la verdadera embriaguez para mi viene en esa icono clase, en ese “mecagoenelmundo”, de voy a escribir en inglés, de Estados unidos y de aquí y de allá, lo que estoy viviendo y lo que estoy sintiendo sin que me importe lo que vaya a decir la crítica y quien sea”, destacó sobre ‘Juntos y Solos’.

Por su parte, Fuguet dijo que “estoy abandonando el cine porque creo que puedo hacer películas por escrito”.

Sin embargo el cineasta recordó la dura lucha que atravesó con tal de conseguir el sueño por el que estaba convencido, pero al que tuvo que aplazar por la situación de Chile en tiempos adversos.

“Yo tenía muy claro que quería ser director de cine cuando era un chavo, mi plan no era ser periodista, ser escritor no estaba dentro de mis planes y empecé a tratar de ser  director, pero me di cuenta de que sería muy difícil porque no había tecnología, eran los 80 estaba Pinochet, no había escuela de comunicación, y estudié periodismo porque me pareció lo más cercano”.

Así descubrió las capacidades de la escritura para narrar historias, pero el cine fue siempre su zona de confort mucho más allá de un pasatiempo.

“Yo no siento que haya sido una víctima de Pinochet ni mucho menos, pero no toleraba la mediocridad, la violencia, era en el cine donde yo estaba más agusto. Antes de Netflix yo iba las salas  a refugiarme porque no sabía español, me conectaba con mi idioma (el inglés) con un mundo feliz que me acompañaba más que la realidad de afuera”, finalizó.