Por Enrique Méndez para La Jornada

Javier Duarte de Ochoa construyó su carrera política a la sombra y guía de Fidel Herrera Beltrán desde que éste lo hizo su asesor en la Secretaría de Gobernación, en 1995, quien de los pasillos de Bucareli lo condujo por los de la Cámara de Diputados y luego en la de Senadores, como su secretario particular, hasta que lo designó secretario de Finanzas.

En la Cámara de Diputados, la Subcomisión de Examen Previo aún tiene pendiente de resolver las solicitudes de juicio político en su contra, pero aún no hay fecha para que esto se dé, y continúa el proceso de desafuero por un presunto desvío de 23 mil 150 millones de pesos contra Tarek Abdala, ex tesorero de Duarte, y uno de los ocho ex funcionarios del gobierno anterior que logró colar como diputados federales.

Javier Duarte de Ochoa era el que le cargaba el portafolios a Herrera Beltrán, recuerdan priístas sobre aquellos tiempos en que Duarte recibió el nombramiento de asesor en la denominada Coordinación General para la Promoción de la Participación Social, una oficina que se encargó a Fidel Herrera.

Ambos compartieron despacho en Gobernación durante dos años, y en la 57 Legislatura Fidel Herrera lo nombró su asesor en la Comisión de Reglamentos y Prácticas Parlamentarias, que presidía.

En 2000, ya como senador, Herrera presidió la Comisión de Estudios Legislativos, donde se llevó a Duarte de Ochoa como secretario técnico, y en 2004 se fueron a la campaña por la gubernatura de Veracruz.

Ya como gobernador, lo designó subsecretario de Finanzas y en 2008 titular de esa cartera, de donde salió en 2009 como candidato a diputado federal.

En ese año, con documentos, ambientalistas de Veracruz acusaron a Duarte de recibir financiamiento de Granjas Carroll –señalada a su vez de la contaminación en Perote–, y aun así el equipo de Beatriz Paredes lo destapó, en una plenaria de la bancada priísta, el 22 de enero de 2009.

Entre los colaboradores del ex gobernador ahora detenido, que conforman la bancada priísta de Veracruz, están también tres del círculo cercano de Herrera Beltrán, quien los formó: Alberto Silva Ramos, Erick Lagos Hernández y Jorge Alejandro Carvallo Delfín.

Silva Ramos fue secretario de Desarrollo Social y vocero de Duarte, y a punto de terminar el sexenio regresó a la cámara.

No sólo fue el funcionario consentido en el anterior sexenio, sino que el ex gobernador quiso designarlo candidato a relevarlo.

Mientras, Lagos Hernández fue nombrado primero dirigente estatal del PRI y luego secretario de Gobierno, pero antes fue secretario privado de Fidel Herrera.

Carvallo Delfín comenzó su carrera política de la mano de Fidel Herrera, como su secretario particular en la campaña por la gubernatura, y Duarte lo nombró su secretario particular adjunto y luego titular de Desarrollo Social.

Forman parte de la bancada Noemí Guzmán, ex titular de Protección Civil, donde también se detectó la participación de empresas fantasmas; Fidel Kuri Grajales, amigo de Duarte y dueño del equipo de futbol Tiburones Rojos; Marco Antonio Aguilar Yunes, ex titular de la Secretaría del Trabajo estatal, y Adolfo Mota Hernández, ex secretario de Educación de Duarte.