La Habana.- El líder cubano Fidel Castro apareció sorpresivamente en público en una escuela de niños para rendir homenaje a la fallecida dirigente Vilma Espín.

Castro, de 89 años, departió animadamente con niños, maestros y padres el jueves, según mostraron imágenes de la televisión cubana difundidas entre el jueves por la noche y el viernes por medios oficiales de prensa.

Retirado desde 2006 luego de sufrir una enfermedad no identificada, el ex gobernante pasa la mayor parte del tiempo en su casa, donde recibe a personalidades o amigos políticos, pero casi nunca sale en público.

Aunque la inusual aparición pública de Castro se produjo dos semanas y media después de la histórica visita del presidente estadounidense Barack Obama, el ex gobernante no hizo ninguna alusión a ella.

"Yo estoy seguro que un día como hoy Vilma estaría muy contenta", dijo Castro sentado en una butaca.

El ex gobernante se vio muy delgado, con su habitual barba totalmente cana, pero lúcido y enfundado en un equipo deportivo blanco y gris mientras intercambiaba con los niños.

Espín, quien fuera además su cuñada y oficiara de primera dama a lo largo de varias décadas, falleció en 2007 y hubiera cumplido 86 años el jueves.

Casada con el actual mandatario Raúl Castro, Espín fue además de guerrillera, la fundadora de la Federación de Mujeres Cubanas y tuvo una larga actividad en defensa de los derechos de las féminas y los niños en Cuba.

Fidel Castro no salía en público desde julio de 2015 cuando estuvo por más de cuatro horas en un centro de investigaciones de alimentos conversando con maestros queseros. Posteriormente, en agosto sorprendió a su aliado y amigo político, el presidente Evo Morales -de visita en la isla- y fue a su residencia junto con su colega venezolano Nicolás Maduro.

Castro suele escribir "Reflexiones", sus columnas de opinión que se publican en medios oficiales y en las cuales fija su posición sobre temas nacionales o internacionales. La última fue a fines de marzo tras la visita de Obama y en ella cuestionó el discurso del estadounidense, que insistió en olvidar el pasado, y le recordó las hostilidades de Washington.