Fernández de Cevallos y los 50 millones
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Fernández de Cevallos y los 50 millones
Hace algunos días en las redes sociales se difundió un video amateur en un restaurant de lujo de la Ciudad de México en el que un comensal cuestiona al Diego Fernández de Cevallos –líder moral del PAN– tanto por el ostentoso lugar como por los participantes en el convite, dos exgobernadores no identificados y Carlos Romero Deschamps, líder del Sindicato de Pemex.
Se escucha: “¿Comieron bien, señores?”... “muy bien, muy bien” responde el “Jefe” Diego… “50 millones de mexicanos no, fíjese”… y el panista responde cínicamente: “así es esto”. Obviamente el reclamo del ciudadano se extendió respecto al acompañante priista del excandidato presidencial por el PAN, pero el señalamiento no lo incomoda.
En efecto, según Coneval más de 43 millones de personas en el País se encuentran en alguna categoría de pobreza: pobreza alimentaria, pobreza de patrimonio o pobreza de capacidades; alrededor de 10 millones más se sitúan en pobreza extrema.
La competencia política de limitada democracia representativa en México se puede presentar en las entidades del País, inclusive pueden generarse negociaciones con una eventual oposición política, pero a nivel federal los partidos gobernantes han pactado ya desde 1996-98 con el rescate bancario Fobaproa. 35 años de neoliberalismo han generado los niveles de pobreza que el ciudadano increpa a Fernández de Cevallos.
En la década de los setenta del siglo pasado el componente de sueldos y salarios en el agregado monetario era de 40 a 42 por ciento, ahora dicho componente no supera el 26 por ciento; proporcionalmente, en esa década la pobreza si situaba entre 27 y 30 por ciento de la población (alrededor de 70 millones), ahora está entre el 53 y 57 por ciento; en 25 años el ingreso de las mayorías ha reducido su poder adquisitivo en más de 45 por ciento; el crecimiento económico de 2 por ciento promedio es totalmente insuficiente. Esta realidad no es gratuita, es resultado.
Además en estos años oscuros de gobiernos neoliberales se observa contubernio entre los poderes político y económico –más poderoso el segundo-: sin reforma fiscal efectiva, asegún datos de la SHCP, de 2013 a 2016 se han acumulado más de 1 billón 345 mil millones de pesos de elusión fiscal (70 por ciento a grandes contribuyentes); de condonaciones de impuestos desde el año 2007 se han acumulado 822 mil millones de pesos, y los nombres de los beneficiarios no se revelan porque es “información reservada”…. qué extraño.
Los partidos políticos gobernantes sólo son ruta para que el poder económico logre sus objetivos e intereses, basta revisar a qué intereses favorecen las decisiones y reformas en estos 30 años para verificar lo que se afirma: rescate financiero con el Fobaproa (hoy IPAB); rescates carreteros; elusión y condonaciones fiscales; escandaloso diferencial de tasas de interés al ahorro y al crédito; reforma laboral que, aunque ha reducido la informalidad, disminuye el salario y las prestaciones; reforma energética apátrida; incremento exponencial del gasto corriente; entre otras. A nivel federal entre derechas puede haber eventual oposición política, pero oposición económica ninguna, porque con los mismos resultados defienden lo mismo: ausencia de política económica integral.
Recordemos que Vicente Fox explícita y abiertamente –Felipe Calderón lo hizo veladamente– apoyó la candidatura de Enrique Peña Nieto y no hubo sanción alguna por parte del PAN; ahora el expresidente de las botas ya apoya a José Antonio Meade Kuribreña como candidato priista a la presidencia de la República, asimismo otros panistas como Ernesto Cordero y Javier Lozano; y no tardan en adularlo intelectuales orgánicos.
En efecto, la apuesta política del poder económico nacional y extranjero es desviar los votos del PAN hacia el PRI con un candidato colaborador de alto nivel de los dos Gobiernos, una figura agradable para los panistas y para la clase media (más de lo mismo, otro yuppie neoliberal egresado del ITAM), y si a esto se añade el aparato popular y la amplia estructura territorial priista, entonces el triunfo electoral es viable en 2018.
Por eso, como activo promotor de complicidades entre los poderes económico y político, para el “Jefe” Diego son indiferentes los millones de pobres y la deplorable situación del País.