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Feria Internacional del Libro, moldeando la historia
Como la sangre, en las venas de Alberto Lescay corren los ideales latinoamericanos; con ellos recupera la historia y con sus manos la convierte en bronce; así es la carrera escultórica del cubano, quien forma parte del arsenal isleño que respalda la Feria Internacional del Libro en Arteaga número 19.
Su madre se lo imaginaba con la bata blanca de médico y aunque le cumplió el deseo de verlo así, no se dedicaba precisamente a eso. Durante más de 25 años, el artista se ha desplegado no sólo en la escultura, sino que tiene bien explorados los campos de la pintura y el dibujo, multidisciplinariedad con la que ha conseguido realizar más de 35 exposiciones personales y varias más en colectivo.
Aún así, la escultura ha sido la manifestación con la que ha obtenido mayores logros a lo largo de su carrera y es particularmente reconocido por la figura del Maceo en la Plaza de la Revolución de Santiago (foto principal).
Su escultura se caracteriza por ser de formato pequeño y su pintura se ha volcado en el posmodernismo, en la que destaca el uso de elementos abstractos en los fondos y la superposición de pinceladas, muy lejano a sus trazos iniciales.
Aunque son numerosas sus esculturas representativas, algunas de las más reconocidas son la de el Che en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, las mujeres de su estatuaria Monumento Rosa la Bayamesa y el Martí.
Quizá incluso las más renombradas piezas de su trabajo son la escultura ecuestre de Antonio Maceo que corona la Plaza de la Revolución y el Monumento al Cimarrón en el poblado del Cobre.
“Posiblemente estas sean mis obras preferidas” mencionó para la periodista Leyden Figueredo en 2014, “Maceo es uno de los hombres más conjurados de la historia nacional, santiaguero además y mi guía personal, sus enseñanzas y ejemplos he tratado de imitarlos en mi vida personal y profesional”.
Por otro lado la escultura del Cimarrón es el estandarte de un recuerdo personal de una charla con el intelectual Joel James Figarola quien al día de hoy, casi dos años después de esta entrevista, falleció a causa de complicaciones renales y hepáticas.
“15 años ó 20 antes de su fundación y emplazamiento ya la había imaginado, me gusta mucho el concepto que gira alrededor de esa figura de la cultura y la historia cubana”, dijo sobre el que hace memoria a la esclavitud que dominó por años las Antillas.
Y es que el monumento ha sido la principal línea de expresión artística para Lescay.
“Me permite situarme en espacios públicos abiertos y el compromiso de una obra es mayor así, se emplaza en un espacio colectivo y va a influir en muchas personas. Es una escultura transeúnte, sin fronteras, por eso la hago con el máximo celo, para que funcione en lo estético y lo personal”, señaló.
En 2005 y en sociedad con el también escultor Marco Flierl dio inicio a la Fundación Caguayo para las Artes Monumentales Aplicadas, que busca promover y desarrollar las artes monumentales y aplicadas cubanas en 1995.
“Desde entonces hemos contribuido en Santiago de Cuba y en el resto del país a la realización de obras monumentales a gran escala, siempre con el objetivo de favorecer la inserción de las piezas de las artes visuales en la vida social del cubano”, señaló.
Es así como Caguayo ha logrado dar un soporte a los artistas que se mueven en el ámbito de las artes visuales monumentales que, creados en la academia cubana, a la práctica se enfrentan con las dificultades del financiamiento, particularmente los que se quieren dedicar al gran formato.
“Caguayo ofrece dos alternativas, no solucionamos el problema completamente pero si hemos contribuido decisivamente, ya que muchos artistas han logrado concretar sus ideas gracias a nuestra institución que incluye la fundición, el soporte, la producción y la promoción”, dijo.
A pesar de su cooperación en la base segura para el artista, Lescay sigue reconociendo que no es sencillo ser un escultor hoy en día, sobre todo dedicarse a la escultura pública ya que existe poco conocimiento al respecto, lo que lleva a una poca producción ‘buena’.
“Lo digo con respeto pero con propiedad. Hay muy pocos monumentos bueno, lo cual es una responsabilidad social inmensa porque se trata de intervenir un espacio público”, señala creyente de la capacidad del arte en su constante contacto con el público.
Con su ideal de ‘para todos con un fin’, el artista forma parte de la artillería pesada de Cuba, el país invitado de la Feria Internacional del Libro en Arteaga 2016.
La plástica seguirá presente en el evento librero de la mano de José Cura quien realizará un mural que después será donado a la Escuela de Artes Plásticas Rubén Herrera.
En la literatura, se hará representación de la escena cubana con la presentación del libro ‘Sin amores, la poesía de José Martí en México’ y ‘El aire azul de la Habana’ de Fidel Orta.
Además, el país ocupará el pabellón principal de la FILA16, donde los visitantes podrán disfrutar de la cultura cubana a través de representantes de la gastronomía, la música, las artesanías y la literatura.
Intervención plástica y jazz
Participa Alberto Lescay Merencio
> 28 de mayo
> Escuela de Artes Plásticas.
> 19:00 horas
> Entrada libre
Lo que faltó
Leonardo Padura
El novelista y periodista es considerado uno de los escritores cubanos vivos más importantes del momento ya que el año pasado fue galardonado con el Princesa de Asturias por su indagación en el arraigo contemporáneo de la tradición, de firme temperamento ético y profundo interés en las voces populares e historias perdidas de otros.
Paradiso
La FILA 2016 no tendrá ningún evento relacionado a la novela Paradiso de José Lezama Lima, a pesar de que este año cumple 50 años de haber sido publicada y en la actualidad considerada una de las obras literarias que sirven como base a la literatura cubana, además de ser una de las más importantes e innovadoras de la lengua.
Pedro Juan Gutiérrez
En la cartelera también faltó el periodista y novelista, reconocido internacionalmente tras la publicación de su ‘Trilogía sucia de la Habana’, así como los cinco libros de su ‘Ciclo de Centro Habana’.
Dulce María Loynaz
Esta ocasión también pasa de largo el 115 aniversario de la poeta Dulce María Loynaz, originaria de La Habana y considerada una de las principales figuras de la lírica hispana tras volverse acreedora al Premio Miguel Cervantes de Saavedra en 1992.
Alejo Carpentier
A pesar de tener una cátedra y tener un salón con el nombre del escritor fallecido en Paris, no se hablará de la relación del novelista y narrador con Cuba, quien a pesar de ser suizo, vivió gran parte de su vida en la Habana, también ahí se inició en las letras y se formó en la profesión que ejerció durante toda su vida: el periodismo.
Guillermo Cabrera Infante
El homenaje al fallecido escritor y guionista cubano, con nacionalidad británica tras exiliarse, es también otra de las memorias ausentes durante la FILA16, ya que al igual que Dulce María fue premio Cervantes en 1997 y su reconciliación con Cuba fue un aspecto seguido de cerca por la comunidad literaria.
David Mitrani Arenal
Originario de La Habana, Mitrani es considerado uno escritores de literatura post revolucionaria perteneciente a la generación de los novísimos y se destaca por su reconocimiento en el Premio Internacional Anna Seghers en 1998.
Delegación cubana
Estos son algunos de los eventos que el país invitado presidirá durante el evento librero