En el altar de la familia Carrúm se respira unidad, amor y tradición.

Son ya más de 20 años en los que colocan siete niveles en los cuales ponen un poquito de historia y objetos de aquellos seres queridos que se han marchado.

Es un altar hecho con mucha dedicación, se nota por sus acabados, su extensión y sobre todo por lo que dice Emanuelle Abdallah, quien cada año dedica parte de su tiempo a colocarlo. 

Para él esto es más que una tradición, es algo que le permite sentir más cerca a quienes ama pero que ya están en el más allá.

Se lo dedica a sus abuelos maternos María de Jesús y José Carrúm; de ella conserva sus zapatos y de él la última caja de cigarros que compró antes de morir y que incluso ni siquiera llegó a abrir. 

También pone el radio que su abuela escuchaba en vida y lo sintoniza en la misma estación que ella siempre escuchaba, así es el fondo que ameniza a este altar de muertos, con canciones de la época de oro, que alegran el corazón a vivos y muertos.

También recuerda a su abuela paterna Elvira Orozco y a quien era su amigo, el cantante Cornelio Reyna Jr., quien también fue su padrino en su carrera como cantante, a ellos también les dedica un pedacito de ese altar que tiene como objetivo homenajear a quienes ya no están.

Este altar empezó como mera decoración, pero con los años ha ido creciendo y convirtiéndose en una tradición que ya está muy arraigada en el interior de Emanuelle Abdallah.

‘RECORDAR A LOS DIFUNTOS’ 
“El altar siempre ha sido una manera de recordar a los difuntos que se nos han adelantado, pero empezó como un adorno, mi abuela María de Jesús tenía un negocio en el centro y yo siempre le adornaba, pero luego ya fue tomando forma y actualmente se lo dedicamos a ella y a mi abuelo, es una manera de estar recordando, oramos por ellos, contamos anécdotas, escuchamos canciones, así los recordamos”, dijo.

Emanuelle ve con tristeza que la comunidad ya no conserva esta tradición y que prefiere festejar otras cosas que el Día de Muertos, por eso exhorta a que no se olviden costumbres como ésta y que al contrario, que hagan que crezcan día a día y vayan de generación en generación.
 

FORMA TRADICIONAL 
El altar esta hecho de una forma tradicional, cuenta con siete niveles, lleva flores de cempasúchil, velas, cal, un perro y agua para que los difuntos tomen al llegar de su largo camino.

Este 2 de noviembre, el altar de la familia Carrúm, tendrá platillos como pozole, asado, menudo, barbacoa, pan de azúcar, pan de muerto, fruta y algunas bebidas como el tequila, son cosas que los difuntos disfrutaban y que esperan que a su llegada los llene de alegría como cuando estaban vivos.