Monterrey, Nuevo León.- Acompañada del amor incondicional de su familia, la admiración de sus fans, que la calificaron como una guerrera,  y con un servicio cristiano fue despedida, Karla Luna, mejor conocida como “la lavandera morena”.

La joven de 38 años perdió la lucha contra el cáncer que la aquejaba desde el 2012 y que enfrentó en tres ocasiones en los últimos 5 años.

“Era una guerrera, una mujer que siempre le sonrió a la vida, a pesar de la adversidad”, dijo Guadalupe Flores, quien llegó hasta las Capillas del Carmen para despedirse de la comediante y cantante.

Sus padres, Rubén y Mary José Luna estaban abatidos por la pérdida de su hija, pero satisfechos por todo el amor que le dieron en vida.

“Ella nos dejó un legado: mientras haya vida hay esperanza”, contó su hermana Erika Luna.

Su padre Rubén Luna permaneció  un buen tiempo a la entrada de la capilla ardiente, ocultando su mirada tras una gafas de sol, seguramente para ocultar sus lágrimas y recibiendo condolencias.

Los restos de Luna llegaron a la capilla ardiente desde las 9:00 horas, sin embargo la velación fue exclusiva para sus familiares y después de las 15:00 horas se abrió para el resto de la gente.

“La lavandera morena” tenía pocos días de haber celebrado su cumpleaños 38 y lo hizo como le gustaba rodeada de su familia, en especial sus cuatro hijos.

A pesar de que se encontraba en su casa luego de haber estado internada, durante un mes en el hospital, tuvo que regresar a recibir atención médica el lunes  porque comenzó a presentar unas complicaciones para respirar.

Finalmente, el jueves perdió la batalla contra el cáncer, enfermedad a la que le dio una gran pelea porque ella tenía muchos ánimos de vivir y así lo demostró hasta el último momento.

Entre los rostros famosos que acudieron estuvieron: Carolina Valadez, mejor conocida como “La Morocha” y Oscar Burgos, con quien trabajó durante mucho tiempo y con quien llevaba una amistad.

Erika Luna, quien era manager de Karla reveló que su hermana dejó una gran cantidad de música grabada, que en su momento quería compartir con su público.

Los restos de “La lavendera” fueron cremados como era su voluntad. Le sobreviven sus cuatros hijos y sus padres, quienes siempre estuvieron a su lado en la dura batalla que le tocó enfrentar, pero en la que nunca perdió la sonrisa.

Desde que se dio a conocer su deceso los mensajes en redes sociales no se dejaron esperar por parte de sus fanáticos, quienes le expresaron su admiración por la forma en que afrontó la vida. También hubo expresiones de apoyo para sus seres queridos.