“Falta mi firma”

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“Falta mi firma”

La escena podría ocupar unos minutos de la película de Luis Estrada, “La ley de Herodes”, los personajes que aparecen son el presidente municipal de Tulancingo, el panista Julio César Soto, y pobladores de Huapalcalco, Hidalgo que hace tres años pagaron las escrituras de sus terrenos y aún no han sido entregadas. El diálogo es aterrador:

Pobladores: Señor presidente municipal, entonces ¿por qué no las entrega (las escrituras) si todo ya se pagó?

Julio Soto: Déjame explicarte, las escrituras ya están firmadas por ustedes, falta mi firma, y va a ser la firma para aquellos que no hayan hecho actos en contra de la administración. 

No hay mucho que explicar, el caso, una vez más, de un servidor público que abusa de su posición y que en pleno 2016 es intolerante ante las quejas y los reclamos de un grupo de ciudadanos que de manera legítima reclaman escrituras pagadas en 2013. Un reclamo que duró todo su gobierno, y que aún no sabemos si será atendido. 

Después de haber aparecido en todos los medios de comunicación nacionales, el presidente municipal aseguró que fue “un momento de sobresalto, ya revisando el video comenzaron a alzar la voz, entiendo su frustración, también me sentí ofuscado y frustrado al no poderles convencer de que se iba a hacer entrega de las escrituras y que finalmente mi deseo era que no participaran en los intereses de particulares que finalmente tienen un interés mezquino que no atiende al de ellos". Interés mezquino o no, el video muestra una práctica que a nadie le sorprende, tal vez nos indigna, pero a nadie le parece un acto fuera de lo común. 

Han pasado poco más de 24 horas y el Partido Acción Nacional, ha sido incapaz de asumir una postura del video, su presidente nacional Ricardo Anaya, no convocó a una conferencia de prensa, no denostó los hechos, ni siquiera habló del tema. Más grave aún, ningún partido de oposición, mencionó el incidente, a nadie le extraña que un presidente municipal haya actuado de esa forma y a nadie le preocupa el reclamo de un grupo de personas. Así es la política, suponen todos, cosas mucho más graves sucedieron ayer; empresas de Moreira que dijo el abogado que existían pero no existen en realidad; el gobernador de Veracruz, Javier Duarte, diciendo que por una cosa mala (el asesinato de cinco jóvenes) se borran 99 buenas; o una legisladora del congreso de Sinaloa retenida por su relación con Joaquín Guzmán Loera; sí temas graves que anulan el actuar de un presidente municipal en la plenitud del poder, que comente cualquier cantidad de violaciones al amenazar y condicionar a sus pobladores.

“Falta mi firma”, tres palabras que enmarcan una práctica de décadas en nuestro país, aquí nada se mueve sin la voluntad del presidente/alcalde/gobernador y menos si se atreven hacer actos en contra de su administración. Política no ficción.