Porque para la autoridad, que tiene una función de mediadora, resulta difícil darle gusto tanto al usuario como a los concesionarios del transporte urbano, uno de los primeros pasos que deben tomarse es el reordenamiento de las rutas, para que el dueño de concesiones gane más y el usuario pague menos por transporte más eficiente, explicó Diana Infante Vargas, fundadora de Ciudad Peatón.

VANGUARDIA dio a conocer que dos de las más importantes ciudades de Coahuila, Torreón y Saltillo, aprobaron aumento a sus tarifas de transporte público; a la par uno de los argumentos es el alto costo de refacciones y el precio de los energéticos que han llegado más allá de su máximo histórico.

En el caso de Saltillo el ajuste a la tarifa general, para quien pague en efectivo pasa de 11 a 13 pesos, mientras que en prepago con tarjeta pasa de 9 a 11 pesos. No se afectaron las tarifas de estudiantes y personas adultas mayores, que sigue en 6 pesos, mientras que para personas con discapacidad sigue siendo gratuito, como lo había prometido la administración municipal.

Diana Infante, de Ciudad Peatón, al dar su opinión como usuaria explicó que efectivamente los usuarios no están de acuerdo, sin embargo, sí hay que reconocer el aumento de energéticos como el diesel y la gasolina, que utiliza el transporte público.

De acuerdo con los regidores de la fracción priista en el Cabildo de Saltillo, los combustibles aumentaron un 60 por ciento en un lapso de 2 años y la inflación económica oscila entre 11 y 12 por ciento. El diesel representa para el transporte urbano el 60 por ciento de su costo de operación.

Además existe un convenio entre concesionarios y el Instituto Municipal del Transporte en donde se considera la modernización, aplicación de tecnología, capacitación, seguridad, optimización de recursos financieros y administrativos, así como la supervisión del servicio.

Daniela Infante dijo que el incremento de la tarifa es algo en lo que no está de acuerdo, porque aún faltan los cambios que beneficien, como el reordenamiento de las rutas, y aunque la imagen es algo importante, eso no se traduce en buen servicio.

“Para mí las cosas prioritarias no tienen que ver con los concesionarios, ellos no mantienen las unidades en buenas condiciones y bajan el tiempo de frecuencia de las rutas, pero un problema grande es que no existe un ordenamiento del transporte público”, dijo Infante Vargas.

Entérese

A la fecha se ha capacitado a 172 operadores en la Universidad Tecnológica de Coahuila, lo que representa el 31 por ciento de la primera meta de 550 operadores, en tanto que en la caja común 12 de 42 rutas han adoptado el sistema.