Meadowlark Lemon es uno de los símbolos de los Harlem Globetrotters, producto de su extraordinaria habilidad y su incansable sonrisa, que lograron entretener a millones de personas.

Cuando tenía 11 años, luego de ver un cortometraje en un cine, el Príncipe payaso del baloncesto se propuso como objetivo formar parte del equipo ícono de Estados Unidos. "Mi destino era hacer feliz a la gente", contaba en 2003, cuando ingresó al salón de la fama del básquet.

Su sueño se cumplió en 1955 e integró uno de los mejores equipos de los Globetrotters que jamás se hayan visto.

"Meadowlark fue el jugador más sensacional, asombroso e increíble que haya visto", declaró Wilt Chamberlain, ex miembro de los Harlem, antes de morir en 1999, y agregó: "La gente dice que quiere ser como Dr. J o incluso como (Michael) Jordan. Yo querría ser Meadowlark Lemon".

El Príncipe payaso, que tuvo 10 hijos con la misma mujer –cinco mujeres y cinco varones–, llegó a jugar 325 partidos en un mismo año con el equipo, en giras por el mundo que fueron presenciadas por papas, presidentes, reyes y reinas.

En total estuvo 24 años vistiendo la camiseta azul y los pantalones rojos y blancos a rayas (en honor a la bandera de Estados Unidos), hasta que en 1979 eligió formar su propio conjunto, los Meadowlark Lemon's Bucketeers, que nunca lograron alcanzar la popularidad de los Globetrotters y desaparecieron en 1983.

En 1988 volvió a insistir en la idea de tener su propio conjunto y creó el Meadowlark Lemon's Harlem All Stars, que hasta el día de hoy sigue funcionando.

Llegó a convertirse en pastor de un ministerio en Scottsdale, Arizona, y en 1979 protagonizó el cortometraje Meadowlark Lemon Presents the World. Esa actuación, sumada a su enorme fama, provocó que apareciera como invitado en varias series de televesisión, e incluso fue nominado a un premio Grammy en 1981 por su vídeo educativo interactivo The First National Kidisc.

Falleció el domingo pasado a los 83 años en su casa de Arizona, según confirmaron su esposa y una de sus hijas