Fallece estudiante de Torreón por uso de pesticidas en escuela

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Fallece estudiante de Torreón por uso de pesticidas en escuela

Imágenes. Violeta muestra fotografías de Alma, mientras platicaba su historia. Foto: FRANCISCO RODRÍGUEZ
Alma soñaba con ser médico militar porque le gustaba ayudar a la gente. Su madre recuerda que era muy amorosa y llorona; noble y trabajadora

TORREÓN, COAH.- Alma Verónica, una estudiante del Bachillerato Tecnológico Agropecuario de La Partida, en Torreón, sufrió un envenenamiento por plaguicidas, pesticidas y fertilizantes que utilizó en la escuela y a la postre falleció de cáncer. 

Violeta de la Fuente, madre de Alma, cuenta que un día su hija empezó a sentirse cansada y se le inflamó el estómago. “Le empezaron a salir bolitas en el cuello”, comentó. Fueron al hospital Club de Leones y les aseguraron que el hígado y el bazo estaban inflamados por envenenamiento. 

La internaron en el Seguro Social y presentaba constantes hemorragias. Un doctor le diagnosticó leucemia mieloide crónica por envenenamiento. “Nos preguntó que teníamos pesticidas en la casa y le dijimos que no. En ese momento Alma dijo que en la escuela utilizaban pesticidas líquidos y en polvo para los sembradíos”. 

La joven reaccionó bien. En seis meses la dieron de alta y le aseguraron que había vencido la enfermedad. La siguieron tratando con quimio blanda en pastillas. Después empezó con fuertes dolores de cabeza y la volvieron a internar.

Acción. Los padres de Alma recuerdan que era muy amorosa y llorona. Foto: FRANCISCO RODRÍGUEZ

“La leucemia se le fue al cerebro”, diagnosticó el médico. Le empezaron a dar sesiones directamente a la médula. Mejoró. Le hicieron estudios y en el cerebro no tenía nada pero la leucemia se le había regresado al cuerpo. 

“Ahora es una leucemia más agresiva que la que tenías: leucemia mieloide plástica crónica. Tienes 2 opciones, que te demos quimio blanda pero nomás vas a durar un año de vida, y la otra es una quimio fuerte, te internas un mes pero únicamente tienes 50-50 de probabilidad”, le dijo el doctor. Alma escogió la agresiva. 

Una vez más, Alma comenzó bien el tratamiento. Pero a los 15 días empezó con fiebre y a sangrar cuando desechaba. “Es normal”, le afirmaba el doctor. La joven no podía moverse de la cintura para arriba. No movía los brazos. Era Semana Santa. “Sólo te pongo plaquetas y te vas. No puedo tenerte aquí porque no va a haber nadie”, le dijo el doctor en el Seguro Social. 

Alma, débil y enferma, abrazó a su madre. “No me traigas a esos niños, me molesta que canten… apaga la luz porque no me deja verte”, le pidió. No había ningún niño y la luz estaba apagada. Tenía 17 cuando falleció el pasado 27 de marzo. 

Violeta, la mamá de Alma, contó que en el CBTA 1 de La Partida, en la materia de producción industrial y agropecuaria, los alumnos manipulan los fertilizantes y pesticidas con la mano y sin cubrirse. 

Alma soñaba con ser médico militar porque le gustaba ayudar a la gente. Su madre recuerda que era muy amorosa y llorona; noble y trabajadora.