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Fallece el pelotero Luis Rodriguez Olmo, primer boricua en una serie mundial
El expelotero Luis Rodríguez Olmo, de 97 años, segundo jugador puertorriqueño en las grandes ligas y primero en jugar una serie mundial, falleció este viernes a los 97 años, informaron fuentes familiares.
Rodríguez Olmo, gloria del deporte en Puerto Rico, padecía desde hace unos días una pulmonía doble y sufría desde hace varios años de alzheimer, al igual que su esposa Tita.
Recientemente algunos de sus familiares solicitaron ayuda económica para asistirle.
"Mi abuelo jugó en una época dorada del béisbol, llena de honor y orgullo, pero, sin embargo, en una época en que los salarios eran muy pobres comparados con los de hoy día y, además, él no recibe pensión de las Grandes Ligas. Solo depende de su Seguro Social y de una donación anual de 4.000 dólares que recibe desde hace dos años por su tiempo de jugador", explicó entonces uno de sus hijos.
La familia buscó ayuda a través de una cuenta en "Go fund me", una página dedicada a recaudar fondos de personas anónimas.
Nacido en 1919 en Arecibo (Puerto Rico), Olmo fue el segundo puertorriqueño en jugar en las Grandes Ligas, después del ya fallecido lanzador Hiram Bithorn, quien debutó en 1942. Un año más tarde llegó Olmo para ocupar el puesto de jardinero izquierdo de los Dodgers de Brooklyn.
Durante su carrera ganó quince campeonatos con diez equipos diferentes en ligas de Cuba, Estados Unidos, Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela.
Entre otras gestas, este deportista ganó en Venezuela en 1948 la Triple Corona, premio que obtiene el jugador con el mejor promedio de bateo, más jonrones y más carreras impulsadas en una temporada.
Un año más tarde, el 6 de octubre 1949, Olmo se convirtió en el primer latino en disputar un partido de una Serie Mundial y lograr las primeras gestas ofensivas de la etapa de campeonato de las Grandes Ligas.
La gesta de Olmo, miembro entonces de los ya desaparecidos Dodgers de Brooklyn frente a los Yanquis de Nueva York, se logró cuando en el segundo partido reemplazó en la parte baja de la cuarta entrada a Marvin Rackley en el bosque izquierdo.
En su primer turno, logró la hazaña de conectar el primer imparable por un latino frente al relevista derecho Vic Raschi.
Los Dodgers ganaron el partido 1-0, igualando la serie 1-1.
Sin embargo, en el tercer partido en el Ebbets Fields de Nueva York, Olmo logró la gran hazaña de pegar el primer cuadrangular por un pelotero latino en una Serie Mundial, cuando atizó el primer lanzamiento del relevista Joe Page en la novena entrada.
El boricua fue escogido como "Jugador Más Valioso" de la Liga en la temporada 1942-43, cuando jugó para Santurce-Caguas. Además, ganó el campeonato de la campaña 1949-50 como dirigente de los Criollos de Caguas-Guayama. Por sus ejecutorias, fue declarado "Jugador de la década" de los 40.
En 1946, el también llamado "el jíbaro" (campesino) fue suspendido de las Grandes Ligas por firmar por un equipo de México, el primer país latinoamericano donde jugó a lo largo de su carrera profesional.
Luego pasó a Cuba, donde jugó para Santiago y, cuando el equipo se retiró del torneo, se incorporó a la franquicia de La Habana. Fue tal su aportación que la crónica deportiva cubana lo escogió "Jugador Más Valioso”.
Al siguiente año, jugó en Venezuela, con el Pastora de Zulia, donde terminó como líder en cuadrangulares, inatrapables y carreras empujadas y anotadas. En 1949, volvió a jugar en el país sudamericano, antes de ser reinstalado en las Grandes Ligas en el verano de ese año.
Olmo formó parte también en la temporada invernal puertorriqueña de 1954-55 de "La maquinaria perfecta", equipo de los Cangrejeros de Santurce integrado además por Willie Mays, Roberto Clemente, Rubén "EL Divino Loco" Gómez, Bob Thurman, entre otros.