No podemos negar la gran influencia que tiene la tecnología en todos los ámbitos de nuestra y la maternidad no es la excepción. En un estudio realizado por la revista Family Relations en el año 2012 señala que hay un aumento del 44% en el uso del Facebook entre las mujeres al momento de convertirse en madres. Aumenta la necesidad de mantenerse en comunicación para sentirse apoyadas y recibir consejos sobre la crianza y cuidado del nuevo hijo. En otro estudio publicado en el 2018 “Social  Media as Social Support in Pregnancy and Postpartum” (Las redes sociales como apoyo social en el embarazo y postparto) concluyó que el 84% de las madres primerizas consideran que sus amigos de las redes sociales forman una conexión afectiva importante y de apoyo para ellas. Los sitios web Google y YouTube se han convertido en los nuevos pediatras para sus hijos. Antes era común que las mamás y tías dieran sus consejos, hoy el internet se ha convertido en un sitio de mayor confianza entre las nuevas madres. Sin embargo, el estudio realizado por Family Relations encontró que entre más usaban las mamás el Facebook niveles más altos de estrés. Y la razón era que se comparaban con sus amigas que seguían disfrutando la vida de soltería en antros o playas y sin la responsabilidad de criar un hijo.

Las mamás deben aprender y poner un alto a las redes sociales cuando se sientan que, en vez de ayudar, lastiman. Conozco a una gran cantidad de personas adultas que han borrado el Facebook de sus celulares el año pasado. Efectivamente las redes sociales es un lugar donde pueden recibir un gran apoyo de otras mamás, especialmente cuando te sientas sola en casa con el bebé. Sin embargo, es temporal el alivio. Un “like” es una gratificación instantánea, pero superficial. Una conversación virtual nunca reemplazará una interacción personal y cara-cara. Una conexión por internet es un alivio a corto plazo, pero a largo plazo es mejor una relación personal.

Un consejo a todas las mamás primerizas:

1. No toda la información que aparece en Facebook es confiable. Cada mamá y niño es diferente para enfrentar un dilema en la crianza de los niños. Una mamá me comentaba que su hijo recién nacido empezó a tener hipo y no sabía qué hacer. Entonces consulto el Facebook y una mamá le recomendó que le diera al bebé de día de nacido y otra le dijo que lo volteara hacia abajo. Siguió con la duda entonces le habló al pediatra y le dijo: “Señora, es normal. Al rato se le pasa solo.” Y efectivamente se le pasó a los 10 minutos. Qué error iba a cometer la mamá.

2. Confiar en los consejos de las mamás y tías. Ellas pasaron la prueba de cuidar bebés. Confiemos en su orientación porque será lo mejor para sus hijos

3. El pediatra es el experto. No duden en consultarlo en todo momento. Recuerden que su “expertise” en Pediatría: Expertos en el cuidado del bebé.

@DrJesusAmaya

jesus.amaya@udem.edu