'Extraño mucho cantar. No hay nada igual. Cantar es fenomenal': Julie Andrews

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'Extraño mucho cantar. No hay nada igual. Cantar es fenomenal': Julie Andrews

Foto: Especial.
Con el rol de Lady Whistledown en la serie 'Bridgerton', la actriz regresa para una nueva temporada de este éxito de Netflix en el que ha podido aprovechar su renovada voz

Como una de las legendarias estrellas de Hollywood, Julie Andrews sigue conservando el protagonismo a los 85 años como la voz que cuenta la historia de 'Bridgerton', la serie más vista de Netflix (82 millones de hogares ya la vieron y ocupando el primer puesto en 76 países, ya confirmaron que habrá una tercera y cuarta temporada) Y con esa misma voz que solía estar detrás del rol de la Reina del dibujo animado 'Shrek' o las más famosas canciones de ‘Mary Poppins’ o 'La Novicia Rebelde', es un momento perfecto para recorrer los momentos más gloriosos del mundo del cine.

 

¿Sigue manteniendo hoy la misma pasión que el primer día?

“Totalmente. Nunca dejé de pensar “No sé si pueda hacer esto”. Y hoy en día me lo pregunto cada vez más. Estoy empezando a dirigir, antes de la pandemia incluso estuve en Australia y pasé momentos maravillosos dirigiendo ‘My Fair Lady’. También me gusta escribir con mi hija y estoy pensando en producir. Y tal cual como en 'Bridgerton', hoy en día, trabajo mucho, solo con mi voz. Es la parte que más me encanta, porque no tengo que peinarme ni maquillarme (Risas). Hay mucho por hacer y sigo disfrutando mi trabajo, igual que el primer día”.

 

¿En un principio, antes de aquel primer ofrecimiento de Walt Disney, cuando él mismo la fue a buscar a Broadway para protagonizar ‘Mary Poppins’… ya había soñado con trabajar en el cine de Hollywood?

2Es una pregunta difícil de responder porque la verdad, no me acuerdo (Risas). Yo estaba haciendo en Broadway el música del ‘Camelot’ cuando me había visto Walt Disney. Me acuerdo que ya se sabía que ‘My Fair Lady’ iba a ir al cine y probablemente yo lo haya deseado, pero nunca me puse a pensarlo. Las cosas conmigo sucedieron demasiado rápido… A la gente que recién empieza y me pide consejos, les digo que todo puede llegar muy rápido y hay que hacer la tarea, hay que estar bien preparados porque nunca vas a saber cuando llega la suerte. Yo sé que tengo y tuve suerte. Broadway era lo importante para mi, hasta que de repente llegó Walt Disney”. 

¿Cómo fue la preparación previa de ‘Mary Poppins’ y la idea de mostrarla tan perfecta, en el cine?

Mi esposo de aquel entonces, Tony Walton estuvo a cargo del diseño de vestuario de Mary Poppins y él me había dicho “Creo que ella tiene una vida secreta en algún lado”. Y si te fijas en la parte interior de mi vestuario esconde muchos colores. Todo por fuera era muy formal, pero por adentro ella era más brillante. Hasta la margarita del sombrero lo demuestra. Y esa misma idea la había aprovechado para darle personalidad, como alguien mucho más divertida de lo que aparentaba”.

 

¿Y cómo recuerda hoy, el rodaje del gran comienzo de ‘La Novicia Rebelde’, corriendo por los Alpes?

“La escena del comienzo la filmamos el último día, conmigo sola. Todos ya se habían vuelto a Hollywood, con la única excepción del equipo de filmación. Habíamos empezado a filmar en el final de la montaña, con un enorme helicóptero con una cámara, volando hacia mi. Todo lo que yo tenía que hacer era llegar hasta una marca, darme vuelta y empezar a cantar. Después, tenía que volver corriendo al costado, donde iba a volver el helicóptero. Lo hicimos seis, siete, ocho veces para llegar exacto a las marcas donde iban a enfocar. Pero cada vez que daba la vuelta, el helicóptero subía y daba vueltas alrededor mío, generando un viento tan fuerte que me caía al suelo (Risas). Después de tres o cuatro veces pensé “¿No ven que termino en el suelo?”. Y les pedí que por favor dieran una vuelta más pronunciada. Apenas me dijeron “Ok, hagamos una toma mas”. Y eso es lo que después vimos en el cine”.

 

El acento británico que la hizo famosa, viene de la ciudad inglesa de Walton, en Thames, donde Julia Elizabeth Wells, nació a las 6 de la madrugada del primero de octubre de 1935. Desde muy jovencita impresionaba tanto cantando, que se había acostumbrado a protagonizar los más típicos musicales de la escuela. Pero recién a los 20 años debutó profesionalmente como actriz de teatro, con el personaje de Cenicienta en el famoso London Palladium, para viajar después a Broadway con la versión teatral de 'My Fair Lady'. Era la época en que Walt Disney en persona le había ofrecido protagonizar el clásico 'Mary Poppins' con que ganó el primer premio Oscar (su reemplazante, Audrey Hepburn ni siquiera fue nominada con la versión en cine de 'My Fair Lady'). Julie Andrews ya era considerada una verdadera estrella para cuando al año siguiente protagonizó el clásico de 'La Novicia Rebelde' (The Sound of Music). Pero fue al lado de su marido, el director Blake Edwards que logró alejarse del estereotipo de Mary Poppins y La Novicia Rebelde, con las películas 'Victor Victoria' y '10'. Incluso trabajó con Peter Sellers en una versión de 'La Pantera Rosa', aunque la escena fue cortada en la sala de edición. Todo Hollywood disfrutó a pleno de su perfecta voz, hasta que lamentablemente, le dañaron las cuerdas vocales en una operación, en 1998, aunque ganó una demanda de 30 millones de dólares, al mismo hospital Mt. Sinai de Nueva York que la había perjudicado. Incluso pasó por otra clínica psiquiatra para superar el trauma de no poder cantar como antes. Y recién en la segunda versión de ‘Princess Diaries’, volvió a cantar en el cine, gracias al milagro de la ciencia que reemplazó sintéticamente, sus dañadas cuerdas vocales que hoy aprovecha al máximo Netflix con el rol de Lady Whistledown en la serie 'Bridgerton'.

¿La música sigue siendo su gran amor?

“Sí. Bueno, ya no canto más, porque tuve una operación que me sacó la voz. Pero trato siempre de encontrar una forma de llevar la música a todo lo que hago. Como con los libros que escribo con mi hija. Hacemos los paquetes con música y si podemos, los escribimos teniendo la música en mente. Es algo que imagino todo el tiempo ¿Qué música le pondría al momento que alguien abre un libro? ¿Con un sonar de trompetas? Siempre pienso en base a la música y cierto estilo de cine. Pero extraño mucho cantar, especialmente cantar con una gran orquesta. No hay nada igual. Cantar es fenomenal”. 

 

¿Cómo recuerda hoy la transformación del personaje de ‘Victor, Victoria’?

“La verdad… Al principio yo no sabía qué hacer. Me la pasaba estudiando a los hombres, buscando diferencias, como se sientan… las mujeres usan bastante las manos y se expresan mucho más, mientras que el hombre se sienta con las piernas cruzadas y las manos en el bolsillo, casi ni se mueven. Y pensé ‘Eso lo puedo hacer’”.

 

¿En ningún momento pensó “El público va a creer que Mary Poppins también puede ser hombre”?

“Sí (Risas). Fue un día maravilloso: Yo estaba vestida como hombre, con mi sombrero bien ajustado, vestida para filmar. Los hombres del equipo de filmación estaban parados en un rincón, hablando entre ellos, con James Garner. Y yo me paré con ellos a prestar atención, cuando normalmente se daban vuelta y me saludaban muy caballerosamente. Esta vez, me tomaron como un hombre. Y fue un momento maravilloso porque nadie se dio cuenta la diferencia (risas)”.

 

¿Es verdad que Alfred Hitchcock le dio lecciones particulares sobre los lentes de las cámaras?

“¡Sí! Yo lo había escuchado diciéndole a un cameraman “No deberías usar esos lentes con esta mujer”. Y cuando yo le comenté que sabía muy poco sobre los lentes de la cámara, me dijo que debería saberlo todo, para hacer cine. Y me llevó hasta una mesa, hizo varios dibujos y me explicó “no uses este lente porque te alarga la nariz en un plano corto” o “éste es el mejor lente pare esto o para otro”. Me hubiera encantado acordarme más, pero aprecié mucho la lección porque era importante saber todo eso a medida que fui madurando en mi trabajo. Él también amaba el arte y el vino. Y lo que más aprendí, que todos saben de Hitchcok es que le encantaba cambiar tus sentimientos. Él quería que tuvieras miedo, para reírte en un segundo y cambiar en cierta forma como quebramos el pánico con una risa. Era muy interesante ver como le gustaba manipular al público”.

¿Y Federico Fellini? En el 2020 se cumplieron 100 años de su nacimiento y usted le entregó nada menos que un Premio Oscar.

“Sí, lo que me acuerdo es que era muy encantador, muy encantador. Y fue un honor entregarle un Oscar. Cuando yo recibí mi Oscar, él también me mandó una carta maravillosa. Sofía Loren, también. Y aunque yo no conocía a ninguno de ellos, significó mucho para mí el apoyo de alguien tan famoso y reconocido. Quedé muy impresionada”. 

 

¿Alguna vez la decepcionó el mundo de Hollywood?

“Bueno, no tanto, porque si una película no tiene éxito igual aprendí siempre algo nuevo. Pero nadie tampoco hace cine pensando que le va a ir mal. Uno siempre espera tener éxito, porque tratamos de hacer lo mejor. Pero no siempre se puede lograr el éxito, aunque lo siga intentando, haciendo lo mejor que pueda. Si la suerte te acompaña, te vuelven a llamar para darte otra oportunidad. A veces el fracaso termina siendo el final, hoy en día, pero hay que seguir intentando y hacer lo mejor que podamos. Al menos a mí me encanta lo que hago y conservo siempre la misma pasión. Por eso también me pone triste si un proyecto no llega a tener éxito. Pero trabajo desde muy jovencita y aprendí a mirar siempre para adelante, dejando lo malo atrás”.  

 

¿Si pudiera cambiar algo en Hollywood, hoy?

“Lo único que me pone mal es la falta de consideración por otros. En mi juventud solíamos decir que Hollywood era una industria del cine y mi esposo siempre lo cuestionaba “¿Por qué lo llaman así?” Es un esfuerzo artístico y no deberíamos decir que es un negocio. Pero siempre lo fue y lleva tiempo aprender a controlar el trabajo como artista”.