Exposición muestra el "amor interrumpido" por la gráfica de Alberti y Grass

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Exposición muestra el "amor interrumpido" por la gráfica de Alberti y Grass

Exposición "Horizontes imaginarios", en la Galería Urbana en Ciudad de México. Foto EFE
"Horizontes imaginarios" llega a la capital para enseñar al público mexicano que "la obra en papel es fundamental en la vida de los artistas", remarca a Efe el curador de la muestra, Miguel Ángel Muñoz.

En uno de sus poemas, Rafael Alberti llamaba a la pintura su "amor interrumpido"; esta faceta menos conocida del autor, la misma que cultivaron Carlos Saura o Günter Grass, se presenta en una exposición en México junto con la obra gráfica de otros destacados artistas del siglo XX.

"Horizontes imaginarios" llega a la capital para enseñar al público mexicano que "la obra en papel es fundamental en la vida de los artistas", remarca a Efe el curador de la muestra, Miguel Ángel Muñoz.

Y que la gráfica es, en todas sus acepciones -litografía, serigrafía, etc.-, única aunque haya 75 o 100 ejemplares, añade.

Un conjunto de unas 80 piezas de obra gráfica y dibujo aúna a diferentes artistas vinculados por una cierta contemporaneidad, pero no en el sentido de edades, sino por el concepto de "tiempo de creación".

Artistas más jóvenes como Alfonso Mena o Miguel Ángel Alamilla "crecieron influenciados por grandes maestros como Joan Miró, Hans Hartung o Wifredo Lam", viendo sus imágenes, en los años 70 y 80 del siglo pasado, a través de catálogos, revistas o libros.

En las paredes de la Galería Urbana, trazando paralelismos, conviven trabajos de artistas españoles, como Eduardo Chillida, Joan Miró y Antoni Tàpies; europeos, como Max Ernst y Oskar Kokoschka, y latinoamericanos, como José Luis Cuevas, Wifredo Lam o el mexicano Rubén Leyva, con unas obras creadas expresamente para la muestra.

Entre estos nombres reconocidos, el curador ha seleccionado tres sorpresas para los visitantes: obras de Alberti, Saura y Grass que se exhiben por primera vez en México.

A pesar de que la pintura era la gran pasión de Alberti -que no dejó de cultivar, incluso en el exilio tras la Guerra Civil española-, el andaluz ha quedado en la memoria por sus versos, como los que acuñó en "Marinero en tierra".

"Pero su obra gráfica, de dibujo y sus collages son maravillosos", apunta Muñoz, quien agrega que, entre las serigrafías de la exposición, se pueden vislumbrar las sombras de algunos de sus mejores amigos, como Federico García Lorca, Pablo Picasso o Miró.

Al igual que ocurrió con Alberti, en el caso de Grass su talento para la gráfica quedó eclipsado por su brillo literario.

Un hombre observando varias obras pertenecientes a la exposición "Horizontes imaginarios", en la Galería Urbana de Ciudad de México. Foto EFE

Las anécdotas de su vida, sus pasiones e incluso cierto material que aparece en sus textos son aspectos que también acaban siendo volcados en la obra gráfica del premio nobel.

Como ocurre en una de las obras de la exposición, en la que se aglomeran cerezas entre las cuales se cuelan las gafas del autor, uno de sus objetos más característicos, como también lo eran su pipa "que no dejaba para nada" y su chaleco, recuerda Muñoz.

En cuanto a Saura, el curador comenta cómo siempre le daba vergüenza presentar sus dibujos, ya que su hermano Antonio -fallecido a finales de los 90 y también presente en la muestra- fue un importante artista en España.

El cineasta "siempre trae tres o cuatro cámaras con él, es un enamorado de la fotografía", así como del dibujo, afirma Muñoz.

Entre estas disciplinas estableció vasos comunicantes, como refleja el carácter mismo de sus obras. En las expuestas en "Horizontes imaginarios", por ejemplo, el curador atisba las figuras femeninas que podrían ser las protagonistas de algunas de sus películas, como "Tango" o "Taxi".

En definitiva, uno de los objetivos de la muestra es ayudar a descubrir la "pasión secreta" -y muchas veces "no tan secreta"- que lleva a artistas y autores a saltar entre un campo y otro.

"Yo siempre he creído que una frase de un poeta puede ser un trazo de un pintor o viceversa", acota Muñoz.

Además de reivindicar el "amor" de los artistas hacia la obra en papel y el "peso específico" de la obra gráfica -considerada en ocasiones como "obra menor"-, como bien defendió Rafael Canogar, uno "de los que más ha luchado para defender la honorabilidad de la obra el papel".