En los recorridos que día con día realizamos durante la jornada nos topamos con imágenes y escenas que son parte del paisaje de la ciudad. Personas yendo a sus escuelas o trabajos, accidentes, edificios, calles, personalidades curiosas pertenecientes a un crucero específico y demás

El grabador lagunero Norberto Treviño, en su andar por la periferia de Torreón observó también muchos de estos elementos del paisaje urbano. Sin embargo, a diferencia del peatón común, él decidió plasmar en su más reciente colección los elementos que para él destacaron más en estos andares: el devenir de los marginados de la sociedad.

Durante la inauguración de “Revelación al margen”, el pasado viernes 17 de noviembre en Estudio Lomelí, el artista platicó con nosotros y nos explicó los pormenores detrás de esta serie de grabados con los cuales por fin pudo participar con una exposición en el recinto cultural.

La idea original de los socios de Lomelí era que él abriera el espacio de la galería con una muestra, pero las circunstancias lo impidieron. 

“La pasada era una muestra completamente diferente, hablaba del fetichismo de los pies y las manos, pero mis papás fallecieron, los dos juntos, apenas va para un año, se canceló la exposición y eso me dio a mi un tiempo de reflexión”, nos explicó.

“Empecé a ver el acompañamiento de las personas; la cuestión de la soledad, que se me quedó clavada, la veía elementos como una casa, dos personas paseando en bicicleta. Del proceso de acompañamiento que veía en esas imágenes repetitivas en la calle comencé a hacer una serie para distraerme, en el trabajo, y resultó en todo esto, de esa idea de estar viendo mi entorno inmediato”.

Nos comentó que el proceso de observación ya tiene mucho tiempo, el proceso creativo consciente lleva al menos cuatro meses. 

“Todavía no la termino, pretendo que sea larga, tengo muchísimos bocetos, he estado seleccionando los mas elocuentes, los mas que se acercan a tener una línea comunicante entre una imagen. Porque aunque a primera vista no tienen nada que ver una cosa con otra, a un nivel 
más profundo y personal tienen ese sentido de lo que veo en la periferia”.

Las piezas que presentó en el estudio se caracterizan por su dinamismo. Son imágenes en donde nada está estático, todo se mueve. Ciertamente no de manera literal, pero el uso de la línea grabada e impresa logra dar un efecto de movimiento constante, el cual en ocasiones resulta adecuado para la imagen cuando se trata de vehículos, pero consigue un efecto diferente cuando lo que expone son objetos y escenas más inmóviles.

“Tiene una relación en la cuestión de que no sea estático, no se plasma el movimiento en sí pero te da la idea de que está corriendo la idea. El movimiento es narrativo, ves la imagen y te narra una historia, tú le das el final”, comentó el autor.

Dado que esta es una serie en proceso, le preguntamos qué otras escenas tiene planeadas para plasmar sobre el papel. El nos contó que se trata en su mayoría de “personajes urbanos, personajes que reconoces en cualquier ciudad. Son casas o espacios, son momentos y etapas y todo eso se mezcla en esta atmósfera”.

Lo que más llamó su atención y a lo que más está dedicando su serie de piezas es a los momentos y escenas que exponen a aquellos que viven en los estratos más bajos de la sociedad y buscan denunciar sus modos de vida.

“Hasta en la televisión hay programas donde se burlan de las clases, los fresas contra los pobres, es como que muy sorprendente, esa denigración y burla, todo permitido. Y tiene un gran foro en la comunidad. Esta serie maneja eso, la distopía, la discriminación, todo expuesto y permitido”.

“En estas piezas mi objetivo es plasmar todas esas ideas de la sociedad y la comunidad. Y yo la tomo no como una forma de flagelo sino como una oportunidad para dejar un documento de que se está viviendo en este tiempo”.

Le gusta el accidente en su creación y que aunque aprecia el trabajo de grandes maestros no busca hacer preciosismos en su obra. Por el contrario, considera que para lograr la expresividad el artista necesita desprenderse de esta necesidad de fidelidad al realismo.

“Revelación al margen” estará en Estudio Lomelí hasta diciembre y, a menos que haya un cambio de planes, será la última exposición de un espacio cultural que se está convirtiendo en un importante núcleo de la cultura de la ciudad.