WASHINGTON.- El ataque a policías en Dallas, Texas no ha sido una excepción en Estados Unidos en las últimas horas. Ha habido al menos tres tiroteos en distintas ciudades.

Uno de los ataques coincide con el de Dallas en estar motivado en parte por la indignación por las muertes de personas negras desarmadas a manos de la policía.

Ninguno de los agentes de los tres ataques murió aunque sí hubo una víctima mortal.

Un hombre abrió fuego la mañana del jueves en un motel en una carretera en Bristol, Tennessee y después disparó a coches que circulaban en los alrededores. Cuando la policía lo confrontó, Lakeem Keon Scott abrió fuego contra ellos. Una persona murió y otras tres, incluido un policía, resultaron heridas.

Scott, que es negro, dijo a los investigadores que actuó porque estaba enfadado por la violencia policial contra los afroamericanos. En los días previos, el fantasma de la discriminación racial de la policía había reaparecido en Estados Unidos: un hombre murió el miércoles en Minnesota por los disparos de un agente que lo había parado porque su vehículo tenía un faro trasero roto y otro murió el martes en Luisiana por los disparos de dos agentes tras haber sido reducido.

Ayer hubo dos nuevos ataques a policías aunque se desconocen los motivos. Un hombre llamó a la policía en Valdosta para denunciar un robo en su coche frente a su apartamento.

Cuando el agente llegó a la vivienda, el hombre abrió fuego contra él. El agente respondió. Ambos resultaron heridos y están hospitalizados. 

Y en San Luis, Misuri, un motorista disparó contra un agente que le había parado en la carretera. El policía fue tiroteado cuando volvía a su auto y está en condición crítica. Las autoridades describieron el suceso como una “emboscada”. 

El dato
> Con el tiroteo de Dallas, han fallecido por disparos este año en Estados Unidos 26 agentes de policía, lo que supone un aumento del 44% respecto a las 18 muertes registradas en el mismo período del año anterior, según datos del Fondo del Memorial Nacional de Agentes del Orden.