Exodus: así es un congreso en México para curar la homosexualidad

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Exodus: así es un congreso en México para curar la homosexualidad

Animal Político accedió al Congreso Internacional ‘Un camino en el desierto’, en el que conferencistas internacionales y personas que se declararon ‘exgays’ ofrecieron las claves para salir de lo que llamaron “una vida de quebranto sexual” para “recuperar la heterosexualidad”

¿La homosexualidad puede ser tratada y revertirse? El grupo Exodus Latinoamérica asegura que sí. Ofertaron un congreso de tres días en la Ciudad de México donde, a base de oraciones, talleres, testimonios de personas “exgays” y ponencias de integrantes de esta comunidad cristiana internacional, dieron a jóvenes que “tienen AMS” –Atracción al Mismo Sexo- la posibilidad de “restaurarse” y volver a su vida heterosexual. Y todo, por tan solo 700 pesos. 
“El homosexualismo no es obra de Dios”

A Luis, a quien llamaremos así para proteger su identidad, puesto que al pagar los 700 pesos de la entrada al congreso firmamos –como el resto de asistentes- una cláusula que garantiza el anonimato de las aproximadamente 300 personas que abarrotan las gradas de este templo cristiano llamado ‘Emmanuel’, muy cerca del Metro San Antonio Abad.

Luis se sube al estrado en el que sobresale una cruz enorme iluminada por luces de colores que cambian aleatoriamente, y toma el micrófono. Saluda, se presenta como una persona “exgay” que lleva “14 años en victoria”, y el público, formado sobre todo por madres y padres que llevan con ellos a sus hijos –algunos apenas deben alcanzar los 18 años, a pesar de la prohibición de Exodus de que menores ingresen al evento-, responde con rechiflas, alzando las manos al aire, y gritando ‘¡Amén!’.

Luis presenta un video que resume cómo fue su vida “en el estilo de vida gay” y cómo ésta casi lo arrastra al suicidio. Le da al play, y una especie de reportaje periodístico comienza a insistir con una melodía triste en la misma historia de los tres testimonios previos que ya escuchamos en la jornada del jueves y en la mañana del viernes: sí, Luis también tuvo una adolescencia complicada de drogas, alcohol y “sexo desordenado”. Y aunque no narra que durante su infancia hubiera una violación sexual de algún familiar o compañero de la escuela –como en los otros relatos-, la mala relación con su padre lo llevó a buscar el amor de un hombre.

En la entrevista, Luis niega con la cabeza y dice que lo intentó todo. Que incluso su novia de entonces lo llevó a una psicóloga que, para su gran sorpresa, le dio la enhorabuena por haber aceptado su orientación homosexual antes de casarse o tener hijos, y le aconsejó que buscara relacionarse con otros chicos con su misma orientación.

-A partir de ese consejo dejé de sentir rechazo por mí mismo y me dije: ser homosexual, entonces, no es algo malo.

Sin embargo –advierte la voz en off lúgubre del entrevistador, mientras el actor que interpreta a Luis se enfunda una blusa y una falda y se maquilla el rostro-, a partir de ese momento se desencadenó una pesadilla en la vida del joven, que lo llevó a coquetear con las enfermedades venéreas como el Sida, y con la drogadicción y la prostitución.

Así hasta que una mujer cristiana entró un día en la peluquería donde trabajaba, y le dijo que podía hacer algo distinto con su vida si se acercaba a Cristo y admitía con humildad sus errores y pedía ayuda.

-Comencé a asistir a la Iglesia. Leí en la Biblia que Dios, en el Génesis, había creado al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza. Entonces –en este punto de la entrevista Luis abre mucho los ojos y sonríe-, comencé a entender que el homosexualismo no es creación de Dios. Que el homosexualismo nunca estuvo en el diseño de Dios. Y que el homosexualismo es una distorsión del hombre, no de Dios.

“Cuando restablecí mi vida, las chicas me gustaron de nuevo”

Entonces, Luis dice que comenzó a “restablecer” su vida en base a la Palabra de Dios. Dejó las relaciones homosexuales, las drogas y todo lo demás. Y Cristo escuchó sus plegarias.

-Cuando uno hace el proceso correcto y con la ayuda de Dios, la atracción hacia el sexo opuesto vuelve a fluir con naturalidad. Es decir –se explica-, cuando restablecí mi vida, comencé a darme cuenta de que las chicas estaban ahí y que me empezaban a atraer de nuevo.

Ahora, tras varios años de “lucha contra el homosexualismo” en los que Dios le puso pruebas “muy duras” como compartir vestuario y ducha con los chicos con los que jugaba al futbol en un equipo, Luis cuenta que ya está “restaurado” y que recuperó su orientación heterosexual.

Tan “restaurado” está, dice, que muestra en la pantalla de televisión una foto con su esposa y dos hijas, para mostrar a los jóvenes que asistieron al Congreso de Exodus que es posible dejar de ‘tener’ AMS, por difícil que sea sepultar el “estilo de vida gay”.

-A todos los que están aquí y que están luchando contra el homosexualismo les digo: tal vez algo sea humanamente imposible. Pero con Dios, hermanos –deja un silencio para hacer énfasis- con Dios todo es posible.

Y mientras saluda al público, muchos padres y madres se levantan, rompen en aplausos y le contesta con un estruendoso ‘Amén’, mientras algunos jóvenes hacen lo mismo con entusiasmo, otros permanecen serios e impasibles en sus sillas, y otros directamente no levantan la mirada aburrida del teléfono celular.

Cómo ‘recuperarte’ de la homosexualidad en 7 pasos

El testimonio de Luis sobre una infancia/adolescencia turbulenta y su vida de excesos, ejemplifica en que consistió el congreso dedicado a la ‘restauración’ de las personas con ‘quebrantamiento sexual’.

Un congreso en el que, a pesar de que los ponentes rechazaron ser “homofóbicos” y se cuidaron mucho de no mencionar la palabra ‘enfermedad’ ante algunos asistentes que abiertamente se declararon ser gays o lesbianas en busca “ayuda”, se presentó la idea de que “recuperarse” de la homosexualidad es posible.

Decir que existen personas que ‘tienen ‘AMS’ –Atracción al Mismo Sexo- fue lo más cercano que estuvieron los ponentes a decir públicamente que ser gay, lesbiana o transexual es una enfermedad.

Dijeron también que hay “sanación” para las familias que sufrieron un “shock” ante la noticia de que un hijo o hermano es gay, a partir de una serie de consejos prácticos como “mantener la calma”, “no expulsarlos de casa”, y “ayudarlos a encontrar y afirmar su verdadera identidad sexual a partir de la fe en Dios”.

Y para ello, además de los casos de ‘éxito’, Exodus –una especie de ‘ministerio de la restauración sexual’ creado originalmente en Estados Unidos en 1973, que trabaja con iglesias cristianas en todo el mundo –desde Nueva Zelanda a México, pasando por España, Estados Unidos y Canadá-, trajo conferencistas internacionales cuya ‘receta’ para ‘tratar’ el ‘quebrantamiento sexual’ fue siempre la misma: tener fe ciega en Cristo y en el Evangelio, y admitir “con humildad” que, como humanos, no podemos cambiar algo que Dios sí puede.

La pastora Heisha Fernández, quien dirige un ‘ministerio’ de Exodus en Puerto Rico y es autora de un libro sobre el “lesbianismo”, expuso algunas “estrategias para la recuperación” basadas en Cristo.

La pastora habla de la homosexualidad como el resultado de una vida descontrolada, y advierte que retomar de nuevo ese control no depende de un milagro, sino de tiempo y dedicación. Y claro, de elegir un buen “mentor” –“un pastor, líder de la iglesia o cualquier cristiano/a maduro/a”- que ayude a la persona con “quebranto” a iniciar un proceso de “crecimiento espiritual”.

“Danza para Dios’”

Otras estrategias de Heisha: Sustituir “personas tóxicas por personas nutrientes” para evitar “recaídas” en el “homosexualismo”; cambiar rutinas nocivas por dar servicios en algunos de los ministerios de Exodus; perseverar en el proceso de lucha para salir del ‘quebrantamiento sexual’ y  reconciliarte con Dios y abrazar el cristianismo sin condiciones.

Pero ojo, otras claves para la ‘restauración’ son mucho más terrenales. Por ejemplo, la pastora aconseja –siempre basada en algún proverbio de la Biblia-, darle rienda suelta a las endorfinas, para evitar pensar en relaciones lésbicas u homosexuales del pasado. Por ello, insta a hacer “ejercicios vigorosos”, bailar, hacer zumba, y “danzar para Dios”. También los “acuaróbicos” son buenos. Apuntarse al gimnasio o enlistarse en alguna liga deportiva.

Y por último, otro mandato: poner filtros para que no entre pornografía a los laptops ni smartphones, y eliminar de las redes sociales a las “amistades tóxicas”.

“Perdón por el daño ocasionado”

Con estas “estrategias”, la ‘recuperación’ del ‘quebrantamiento sexual’ no será sencilla, pero posible, según lo prometido en este congreso de Exodus. Un ‘ministerio’ cuyos integrantes en México aseguran haber “ayudado” desde 2004 a unas mil personas a recuperar su orientación heterosexual, pero que en Estados Unidos sufrió un duro revés cuando en 2013, uno de los fundadores de Exodus Internacional –Allan Chamber- anunció públicamente el cierre del ministerio –el más antiguo de la organización- y pidió perdón a la comunidad LGBTI por el daño ocasionado a partir de estas “teorías” de la ‘restauración sexual”.

“Perdón porque muchos de ustedes han pasado años trabajando para cambiar su orientación sexual y eso no ha funcionado”, reza un comunicado en la página web de Alan Chambers, en el que además lamenta haber promovido “teorías sobre el cambio en la orientación sexual” de las personas que “estigmatizaron” a miles de padres de familia.

En el caso Mexicano se trata de un método redituable para sus organizadores, quienes a base de oraciones, testimonios y ponencias, te ofrecen curarte de la homosexualidad.