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Exitosa gira presidencial
La semana pasada fue prolija en temas que merecen análisis y discusión: A) México alcanzó el cuarto lugar mundial en letalidad por COVID-19. B) Emilio Lozoya, ex director de Pemex, aceptó regresar a México en lo que parece un trueque con la Fiscalía General de la República, (información sobre la trama de corrupción en el pasado sexenio, a cambio de alguna ventaja en tribunales). C) César Duarte, ex gobernador de Chihuahua, es detenido en Florida mientras cambiaba una llanta a un vehículo que se proponía vender. D) Para beneplácito de quienes exigen justicia en el caso Ayotzinapa, la Fiscalía General de la República anunció una nueva línea de investigación y desechó la “Verdad Histórica” que construyera Jesús Murillo Karam, procurador General con Enrique Peña Nieto. E) Termino con la gira del Presidente López Obrador a Washington, que ahora comentaré.
Desde que se anunció esta primera gira internacional del Presidente, la comentocracia no cesó ni un sólo minuto de criticar la decisión gubernamental. Se criticó que fuera Washington su destino, que Donald Trump fuera su anfitrión, que viajara en plena pandemia de COVID-19 y que coincidiera con el proceso electoral estadounidense. Lo menos que esperaban de esta maniobra lopezobradorista, era un Apocalipsis. La negatividad fue tan enconada que, como siempre, se la pusieron fácil al Presidente. Bastó que no le fuera mal, para que los resultados le fueran favorables, y así sucedió.
El pretexto de la gira fue la entrada en vigor del nuevo acuerdo comercial de América del Norte. El objetivo: enviar a los inversionistas estadounidenses señales de que habrá certeza legal para sus negocios en México. No hubo mucho de fondo, pero sí mucho de forma. Al menos en público, no se habló de seguridad, ni de migración; sí de béisbol y de lo mucho que unos y otros se “aprecian y respetan”.
López Obrador se hizo acompañar de un grupo empresarial que a nadie sorprende, suelen ser los mismos, con algún cambio muy menor. Ahí estuvieron, Slim, Salinas Pliego, Bernardo Gómez, Olegario Vázquez Aldir y Carlos Hank, los mismos de siempre o en versión junior, nunca fallan, sexenio tras sexenio. Estuvieron también los financieros, más conocidos por el programa de televisión Shark Tank: Patricia Armendáriz y Carlos Bremer, así como los nuevos perfiles, el compadre del Presidente, Miguel Rincón, Francisco González y Daniel Chávez. “Last but not least”, Marcos Shabot, presidente del Comité Central de la Comunidad Judía en México. Estos desbordaron su entusiasmo con un encabezado del Diario Judío del 8 de Julio: “Comunidad Judía felicitó al Presidente López Obrador en cena con el Presidente Trump”. Esta red y la comunidad evangélica fundamentalista conforman bases de confianza de la 4T, poco conocidas, exploradas y analizadas.
La Cancillería acertó en el protocolo: Simbólica ofrenda floral en el monumento a Lincoln, eso gusta a todos los sectores estadounidenses. El prócer fue republicano, abolió la esclavitud y Martin Luther King Jr. Lanzó su histórico mensaje contra la segregación racial desde ese monumento. Por lo que hace a México, destaca su firme oposición al intervencionismo e invasión estadounidense contra México. Después, visitó el monumento a Benito Juárez, donde fue recibido por simpatizantes y detractores.
Según las redes sociales, los dos grupos mandaron señales negando la presencia del otro. Finalmente, reunión con Trump y cena. AMLO evaluó así la jornada: “Fallaron los pronósticos, no nos peleamos”. Tal vez ello sea su principal logro, inflado sí y con el apoyo de sus críticos más feroces.
López Obrador domó a Trump, dijo lo que quiso escuchar o simplemente se rindió ante él. Opiniones habrá muchas, lo cierto es que logró lo que, pese a su cercanía nunca lograron Luis Videgaray y Enrique Peña Nieto.
Encontraremos los pasivos de esta gira en las filas del Partido Demócrata. Sin duda, quedaron muy molestos. El propio candidato, Joe Biden recordó en un tuit los mensajes y desaires de Trump contra los mexicanos. El equipo de Trump respondió reproduciendo el agradecimiento del presidente mexicano, especialmente reconociendo “el respeto que tiene por México y los mexicanos”. La comentocracia se revuelca, arden de coraje, López y Trump sonríen, fue un buen día para ambos. Ya pasó, ahora regresan los problemas cotidianos. Así es la política hoy, se vive y se agota un día a la vez. Al siguiente se reparte un juego nuevo.
@chuyramirezr
Jesús Ramírez Rangel
Regresando a las Fuentes