La religiosa Consuelo Morales Elizondo, galardonada con el Premio Nacional de Derechos Humanos 2015, exhortó al presidente Enrique Peña Nieto a que en su segunda mitad de su sexenio haga suya la agenda nacional por los derechos humanos, pues en ella se juega también el legado de sus reformas económicas.

“Con todo respeto y humildad, me atrevo a decirle que su legado se juega también en esta agenda, pues hemos visto que ningún plan de reformas económicas puede prosperar si no está basado en un fortalecimiento del Estado Derecho que ponga al centro los derechos humanos. Rezo a mi Dios, que es el Dios del amor, que lo guíe en esta tarea”.

En un discurso crítico, pero también son propuestas para avanzar en el respeto de los derechos humanos, la religiosa que ha trabajado desde hace más de 22 años con familiares de víctimas de desaparecidos, pidió al presidente Peña “que se deje tocar por el dolor de tantas familias afectadas a causa de la violencia”.

En la ceremonia de entrega de este reconocimiento, realizado en la residencia oficial de Los Pinos, la religiosa originaria de Monterrey, Nuevo León, la hermana Consuelo Morales invocó la presencia, las palabras y el testimonio del obispo Samuel Ruiz García, quien no fue honrado con este premio, “pero que sin duda tiene el reconocimiento más alto de muchos y muchas que hoy trabajamos por los derechos humanos en México”.