El periodista Raymundo Riva Palacio, en su colaboración de hoy en VANGUARDIA, dio a conocer un aspecto privado del secretario de Medio Ambiente, Víctor Manuel Toledo, a quien exhibe en sus gustos por los masajes "con final feliz".

Dichas diversiones no deberían importarnos, sin embargo, al ser una figura pública de tan alto nivel, debería entender que su vida privada tiene que ser consecuente con su vida pública. "Lo que lo rija en privado reflejará lo que es en público, y repercute no únicamente en su calidad como funcionario, sino impacta en la imagen del gobierno al que representa", dice el analista en su columna.

Riva Palacio subraya que desde antes de que fuera nombrado secretario de Estado, Toledo mostraba proclividad por lugares de "masajes donde ofrecen todo tipo de servicio, y un interés particular por información y atención en sitios en internet especializados en ese tipo de prestación". 

Sus "debilidades" no las oculta el funcionario, pues no fue cuidadoso y dejó huella a su paso regular por empresas en ese ramo de la sexualidad en la CDMX y otras entidades.

De igual forma, el columnista expone que tuvo acceso a un expediente en el cual se registra que el secretario se inclina por un "perfil demográfico en especial" --que no aclara el periodista-- y, por ejemplo, narra cómo estableció contacto con algunos  lugares de Xalapa, Veracruz, conocidos por el control que tiene la delincuencia organizada sobre esos negocios, y que al encontrarse en los niveles donde se encuentra, Toledo, "la prudencia y contención deberían ser dos faros que lo guiaran".

Riva Palacio acepta que aunque la vida privada de cualquier persona es respetada, al ser una figura pública y continuar con sus "gustos", sin haberlos suspendido mientras representara a un gobierno o incrementar su discreción y seguridad, "dejó las puertas abiertas para que emerja a la luz pública...".

Por otra parte, el periodista anota que por acciones similares a las de Toledo, en otros países cayeron ministros poderosos, o tuvieron que abandonar carreras presidenciales. Esto sucede no por cuestiones de moralina o hipocresía, sino porque los funcionarios públicos deben ser un ejemplo de comportamiento, y más aún al pertenecer a un gobierno como el de AMLO, en el que "la moral rige la política y sus decisiones".

Recordemos que en días pasados el secretario Víctor Manuel Toledo estuvo en el ojo del  huracán al filtrarse un audio en el cual arremete contra el gobierno del que forma parte, pues dijo que el gobierno de AMLO  está “lleno de contradicciones” y de “luchas de poder”,  que no se debe "idealizar" a la 4T: "El gobierno es un gobierno de contradicciones brutal y toda nuestra visión, que aquí la compartimos a lo mejor todos nosotros, no está para nada en el resto del gabinete y me temo que tampoco está en la cabeza del presidente, entonces también hay que decirlo", habría declarado el secretario, presuntamente a otros colaboradores del gabinete federal.