Derrius Guice cayó hasta la segunda ronda del draft de 2018 porque sus brillantes estadísticas y enorme talento venían también acompañados de focos rojos. Resulta que las señales de alarma estaban justificadas.

Menos de dos semanas después de que el Washington Football Team despidiera a Guice dos horas después de que fuera arrestado por tres cargos de violencia doméstica, de alguna forma la situación ha empeorado para el running back.

La mañana del miércoles, el USA Today reportó que dos exestudiantes de LSU afirman que fueron violadas por Guice en 2016, cuando se encontraba en su primer año. En el momento no se persiguieron cargos legales contra el jugador ni tampoco hubo sanciones por parte de la escuela, que asegura que investiga a profundidad cualquier señalamiento de este tipo.

Según las mujeres, ambos incidentes ocurrieron en sus respectivos apartamentos y luego de noches de fuerte consumo de alcohol. También aseguran que presentaron sus casos ante varios directivos de la universidad, incluyendo dos entrenadores, un administrador deportivo y un miembro de la enfermería, sin que hubiera consecuencia alguna para Guice.

“En ningún momento se presentaron acusaciones de abuso físico o sexual en contra de Derrius durante su tiempo como estudiante deportista en LSU”, dijo el abogado de Guice, Peter D. Greenspun, en un comunicado a USA Today. “Presentar esas afirmaciones únicamente después de que se iniciaron los cargos en Virginia pone en duda la credibilidad, la intención y el momento de lo que se acusa años después”.

LSU, como era de esperarse, también rechaza que se hubiera presentado una denuncia en su momento y afirma que la institución toma esas acusaciones con la mayor seriedad.

Incluso si el estatuto de limitaciones impide la realización de un proceso penal en contra de Guice, e incluso si la política de conducta personal de la NFL prohíbe disciplinar a un jugador por incidentes ocurridos antes de su llegada a la liga, Guice tiene todo en contra si algún día pretende reanudar su carrera profesional.

Cualquier equipo lo suficientemente desesperado como para considerar sumar a alguien con estos antecedentes a su plantel primero debe esperar que se resuelvan las acusaciones de violencia doméstica e incluso si fuera exonerado, los nuevos señalamientos en contra de Guice lo convierten en un riesgo demasiado alto, en especial con su limitada producción dentro del emparrillado.

(Con información de  USA Today)