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Evaluación fue inadecuada y mal organizada; AMLO queda a deber: maestros
El presidente Andrés Manuel López Obrador insistió durante campaña que la reforma educativa del presidente Enrique Peña Nieto había dañado a los maestros, por eso se comprometió a que, de ganar, le daría marcha atrás. Y así fue. Cinco meses después de asumir la presidencia, derogó la reforma para demostrar que su gobierno “revaloraría” al magisterio.
La primera gran diferencia vendría en la forma de evaluar a los profesores para ingresar al sistema educativo, obtener un ascenso laboral o mejorar su salario.
Mientras la reforma educativa pasada fue “punitiva”, según acusaron los maestros, el gobierno actual tardó dos años para crear un mecanismo mediante el cual los maestros podrían ser evaluados, organizado por la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (Usicamm), creado en la actual administración.
Pero el proceso resultó “igual” que el anterior, y con peor organización, dicen maestras entrevistados por Animal Político, pues aseguran que la plataforma donde debían presentar los exámenes en línea fue insuficiente para soportar a miles de maestros interactuando al mismo tiempo o durante la suma de puntos no tomaron en cuenta todos los requisitos que los postulantes entregaron.
Por eso se sienten defraudadas. “Revalorar al magisterio sería una descarga administrativa, la posibilidad de horas de planeación de clase, mejorar el salario, pero lo que dice el presidente es un discurso vacío, nos está quedando a deber”. “En economía seguimos en las mismas, nunca hemos tenido un aumento que valga la pena”, dicen las maestras de Tamaulipas, Jalisco y Veracruz.
Los maestros y maestras pasaron los últimos dos años sin posibilidad de ascenso ni de mejorar su salario debido a que el mecanismo de evaluación fue interrumpido por la cancelación de la reforma educativa de Peña Nieto que desapareció también al Instituto Nacional de Evaluación de la Educación (INEE), organismo encargado de organizar las evaluaciones.
En sustitución del INEE se creó la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (Usicamm) que ya ha tenido dos titulares. La actual es Adela Piña, exdiputada federal y exintegrante de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), la organización que protagonizó marchas en todo el país contra la antigua reforma educativa en demanda de que la asignación de plazas siguiera ocurriendo por herencia y gestión sindical.
Los problemas
Los maestros que buscaban un ascenso debían presentar la evaluación “vertical”, mientras que quienes buscaban mejorar su salario debían presentar una evaluación “horizontal”, pero en ambos casos tuvieron problemas en la plataforma donde tenían que responder dos exámenes.
Por eso es que varios no pudieron ni siquiera terminar la evaluación. Y aunque han buscado explicación de cómo remediar el problema, a más de una semana de la publicación de resultados, no han tenido respuesta en los teléfonos que les dieron porque ni siquiera logran hablar con alguien, y tampoco responden los correos electrónicos.
En Tamaulipas tienen registrados al menos 100 reportes de maestros que tuvieron incidentes con la plataforma y que no lograron completar sus exámenes, mientras que a 120 más no les tomaron en cuenta todos los criterios a evaluar, como grado escolar o antigüedad, explica Reyna Campuzano, vocera del Movimiento Magisterial de Tamaulipas.
“No vimos cambio, siguen siendo exámenes estandarizados, y aplicaron los mismos para maestros de promoción que para nuevo ingreso, no estaban contextualizados para cada nivel de enseñanza. Reportamos las incidencias y no nos responden”, dice Campuzano.
Pero ese no fue el único problema. En realidad el proceso no ha tenido certidumbre, afirma Claudia Limón, maestra de Jalisco que presentó examen de ascenso para educación secundaria y de promoción para media superior, pues imparte clases en ambos niveles.
Aunque ella no tuvo problemas en la plataforma, en la evaluación de media superior además de los exámenes, grado académico, y la antigüedad, también debían cumplir con otro criterio: una encuesta aplicada a la comunidad escolar y en función de las respuestas, obtendrían más puntos.
“Los postulantes teníamos que ubicar a 10 compañeros maestros, 10 padres y 10 alumnos, darles una página, que parecía como Google, y nuestra contraseña única con la que podían ingresar, además de su CURP para contestar las preguntas. Te dejaban a ti la responsabilidad, pero si ellos no accedían a la encuesta, el puntaje también quedaba inseguro, pero este aspecto quedó cancelado en mayo pasado sin dar explicación. Hasta el momento no nos han aclarado cómo serán subsanados esos puntos o si serán eliminados en el puntaje”, explica Claudia Limón.
También detectó que algunos reactivos del examen de secundaria y de medio superior eran iguales. “No hicieron un instrumento específico para el nivel. Eso puede ser benéfico para quienes trabajamos en dos niveles, pero perjudicial para quienes no manejan conocimientos de ambos”, dice.
Nancy Espinosa, profesora en Veracruz, además de tener problemas en la plataforma, la Usicamm no tomó en cuenta su título de maestría en Educación, por lo que en el criterio de preparación académica tiene cero puntos, lo que la ubicó en una posición de menor puntaje.
En su caso busca el ascenso a directora de secundaria, y los postulantes son ordenados en una lista por el puntaje obtenido. A partir de ella es que se van asignando las plazas que se requieran en las escuelas del estado.
En Veracruz hubo 533 postulantes aunque sólo habían 15 plazas disponibles, pero se preveía que habrían más espacios a causa de defunciones y jubilaciones. Nancy fue ubicada en el lugar 101 de la lista, pero con los 10 puntos que no le están considerando por su maestría, debería estar en el lugar 37.
Además, dice, sólo les informaron el puntaje obtenido en los exámenes. En su caso, obtuvo 55 de 100 reactivos en el examen de habilidades directivas, pero “yo siento que contesté correctamente, pero no nos dicen cuáles fueron nuestras fallas, así cómo sabremos qué es lo que debemos corregir”.
Claudia Limón ingresó al servicio docente en el sexenio anterior, durante los procesos de evaluación de la antigua reforma educativa y también obtuvo mejor salario en el nivel secundaria, incluso fue la mejor evaluada en su estado, pero esta vez tiene incertidumbre sobre el proceso.
Sin embargo, dice, el INEE tampoco era mejor opción. “No ejercieron sus atribuciones para cancelar el proceso de evaluación cuando se realizó en condiciones de violencia en los estados del sur, y sus instrumentos de evaluación tampoco estuvieron al 100% piloteados”.
Y ahora, “parece que quienes están organizando estos procesos no son expertos y no es posible, porque para ellos sólo es una chamba, un cargo, pero a nosotros nos impacta en todos los aspectos de nuestra vida”, lamenta Claudia.
Nancy dice que varios de sus compañeros quieren demandas por todas las irregularidades, pero ella no lo hará. Intentó buscar explicaciones por teléfono y correo sin éxito. “Tendría que ir a Jalapa o a México y en plena pandemia y con mi poco salario, ni para qué. Mejor me espero al próximo año a ver si lo solucionan”, dice.