Autoridades japonesas emitieron alerta máxima y se ordenó la evacuación de 670 mil personas por las intensas lluvias las cuales generaron inundaciones importantes en el sudoeste del archipiélago.

El cuerpo de una persona que fue arrastrada por la crecida en Saga, en la isla de Kyushu, fue localizado.

Además, un anciano de 80 años murió ahogado en circunstancias similares en Fukuoka.

Finalmente, Yoshihide Suga, portavoz del Gobierno indicó que otra persona en Saga se encontraba en "paro cardiorrespiratorio", una expresión utilizada en Japón para señalar de un fallecimiento aún no confirmado oficialmente por un doctor.