Washington.- El Ejército estadunidense mató a 150 combatientes del grupo Al-Shabab, una organización yihadista somalí afiliada a Al-Qaeda, en un ataque aéreo contra un campo de entrenamiento del grupo terrorista, informó ayer el Pentágono.

El ataque aéreo, según detalló en un comunicado el portavoz del Pentágono, Peter Cook, fue realizado por aviones “tripulados y no tripulados” el sábado pasado contra el campamento de esta organización terrorista en Raso (Somalia), a 195 kilómetros de Mogadiscio.

Cook precisó que hablaban de un ataque con un dron.

Los combatientes, que estaban entrenándose para un “ataque a gran escala”, se encontraban a punto de abandonar el campamento y representaban una “amenaza inminente” para Estados Unidos y las fuerzas de la Unión Africana, aseguró previamente otro portavoz del Departamento de Defensa estadunidense, el capitán Jeff Davis.

Cook añadió que la eliminación de estos milicianos degrada “la habilidad de
Al-Shabab de alcanzar sus objetivos en Somalia, incluso captar nuevos miembros, establecer bases y planear ataques contra Estados Unidos y las fuerzas de la Misión de la Unión Africana (AMISOM)”.

El campamento fue vigilado por las fuerzas de operaciones especiales estadunidenses durante varias semanas hasta que la inteligencia decidió que la milicia radical islámica estaba preparada para perpetrar el ataque a gran escala, que era “inminente”.

Davis no aclaró dónde se iba a producir el ataque, pero Estados Unidos mantiene una pequeña presencia militar en el aeropuerto de Mogadiscio y varias unidades especiales del ejército se encuentran desplegadas en otros puntos del país, según  medios estadunidenses.

“Golpeamos el campamento y lo destruimos”, explicó Davis, que no hizo referencia a si el ataque ocasionó víctimas civiles.

Los radicales islámicos de Al-Shabab, que en 2012 anunció su adhesión formal a Al-Qaeda, luchan contra el Ejército somalí y las fuerzas de la AMISOM para instaurar un Estado islámico de corte wahabí en Somalia.