El director del Buró Federal de Investigación (FBI), James Comey, desestimó y calificó como “propaganda” las amenazas de militantes del Estado Islámico (EI) contra ciudades de Estados Unidos como Nueva York y Washington.

Un nuevo video atribuido al grupo yihadista EI alertó sobre posibles ataques contra blancos estadunidenses y reprodujo escenas de lugares emblemáticos de Nueva York como Times Square y Herald Square, luego que esta misma semana había lanzado una amenaza similar contra Washington.

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No tenemos conocimiento de ninguna amenaza creíble aquí de un ataque estilo París y no hemos visto ninguna conexión entre los atacantes de París y Estados Unidos”, señaló Comey en rueda de prensa, acompañado por la procuradora de Justicia, Loretta Lynn.

Autoridades de Estados Unidos han incrementado, no obstante la seguridad en ciudades como Nueva York y Washington, donde esta semana empezaron a ser visibles agentes policiales en lugares de alto tráfico de personas, como la estación central de trenes Union Station y el transporte subterráneo.

Comey sostuvo que para el FBI la mayor amenaza no proviene del exterior sino a nivel nacional por parte de “almas atribuladas” que son inspiradas o contactadas por el EI a través de las redes sociales.

Lynn, la secretaria de Justicia, pidió calma a la población, señaló que las autoridades siguen de manera seria cualquier pista relacionada con amenazas y reveló que desde 2013 se han seguido procesos contra 70 personas relacionadas con casos de combatientes extranjeros.

No vamos a dejar que nuestras acciones sean rebasadas por el miedo. No dejaremos que los mercaderes de la violencia roben nuestros ideales más preciados. Quieren que vivamos con miedo y lo rechazamos, quieren que cambiemos quienes somos y eso no los haremos”, señaló.

La perspectiva del FBI y del Departamento de Seguridad Interna (DHS) surge en momentos de atención nacional al tema de la presencia de extranjeros procedentes de Siria e Irak.

Un grupo de 37 gobernadores pidió al presidente estadunidense Barack Obama suspender el programa que busca albergar a 10 mil refugiados este año fiscal.

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La Cámara de Representantes aprobó una iniciativa de ley que obliga al FBI y al DHS a certificar que cada uno de los refugiados procedentes de Siria e Irak no sean una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos.

Aunque Obama amenazó con vetar la legislación, el proyecto de ley fue aprobado con suficientes votos para rebasar un veto del mandatario estadunidense.

Por separado, autoridades federales confirmaron que dos familias de inmigrantes sirios integradas por un total de ocho personas, solicitaron asilo en Estados Unidos, luego de presentarse en uno de los cruces internacionales de Laredo, en la frontera de Texas con México.

El Departamento de Seguridad Nacional confirmó en un comunicado a la cadena de televisión NBC, que “miembros de dos familias sirias, dos hombres, dos mujeres y cuatro niños, se presentaron en un puerto de entrada de Laredo”.