El gobierno estadounidense ha comenzado a aplicar su acuerdo nuclear con Irán con vistas a retirar las sanciones impuestas al país asiático en la última década.

No obstante, los temores de los detractores del pacto han seguido aumentando y varios altos cargos del gobierno restaron importancia el fin de semana a una investigación de Naciones Unidas sobre si Irán ha intentado desarrollar en secreto las tecnologías necesarias para fabricar armas atómicas.

Según el acuerdo, la Agencia Internacional de la Energía Atómica, órgano perteneciente a la ONU, deberá publicar un informe para finales de año sobre el estado de los supuestos trabajos de fabricación de armas de Irán.

El presidente estadounidense, Barack Obama, indicó que el domingo fue un importante hito de cara a evitar que Irán se haga con armas nucleares y a garantizar que su programa nuclear es pacífico y agregó que Estados Unidos vigilará de cerca el cumplimiento por parte de Irán de los compromisos que asumió en Viena.

Para Irán, el domingo supone el comienzo de un complejo proceso de desmantelamiento de algunas áreas de su programa nuclear, como casi 15 mil centrifugadoras, la conversión de su reactor de agua pesada Arak para que produzca menos plutonio, además de reducir sus reservas de uranio enriquecido en un 98%. Las autoridades estadounidenses esperan que todo esto tarde en hacerse unos seis meses.