Usted está aquí

#EsViolencia

La única forma de revertir la escalada de violencia que amenaza el futuro de los jóvenes de nuestro país es con educación

“Los mexicanos estamos acostumbrados al ‘bullying’, secretaria”. Esta fue una afirmación que me hicieron hace algunas semanas y que, evidentemente, me dejó helada y reflexionando acerca de la poca conciencia que todavía existe en nuestro país en relación a la violencia. 

De acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa el 1er lugar a nivel mundial en maltrato escolar, con 18.8 millones de casos entre alumnos de primaria y secundaria. Cinco de cada 10 estudiantes de nivel básico han padecido o padecen alguna de las modalidades de acoso escolar; la Unicef precisa que el maltrato escolar en México sobrepasa el 90%, siendo las mujeres, como siempre, las más afectadas. 

Todas las amenazas, golpes, tocamientos no deseados, apodos, ridiculizar, menospreciar, insultar, robar, ignorar y violar el espacio de los demás, entre otros, #EsViolencia. No es “cosa de niños”, ni el comportamiento “normal” en la infancia y adolescencia. Es hostigamiento o maltrato escolar, es “bullying”. 

En la infancia es cuando se forman las capacidades esenciales para la vida. De acuerdo con la OCDE, es una etapa única del desarrollo humano y es crítica para preparar sociedades del futuro prósperas y sustentables. Es cuando la estimulación intelectual permite a los pequeños desarrollar el autoestima que tanto necesitan en su vida como adultos, por lo que tener un entorno libre de violencia es fundamental. 

A pesar de los importantes avances que se han dado en materia de derechos humanos, prevalece un escenario difícil para el desarrollo de las niñas, niños y jóvenes: se calcula que 2.5 millones de menores trabajan y, por desgracia, también encabezamos la lista en violencia física, abuso sexual y homicidios de menores de 14 años. 

¿Qué estamos haciendo con nuestra infancia y nuestra juventud? ¿Es este el presente que queremos que marque a los futuros ciudadanos de la ciudad, de nuestro país? No, definitivamente no. 

Tenemos que hacer frente a la violencia que se presenta entre niños y jóvenes, dejar de hacerles creer que es algo “común” y que es “normal”, porque no hay violencia que lo sea. Y la única forma que conozco de revertir esta escalada de violencia que amenaza el futuro de nuestro país es con educación. 

Hace días la OCDE dio a conocer el Índice de Mejor Calidad de Vida, una lista de 38 países entre los que se comparan 11 temas considerados esenciales para las condiciones de vida materiales y de calidad de vida, y uno de estos parámetros de bienestar es la educación. 

Nuestros hogares son el pilar de la formación de nuestras hijas e hijos, sin embargo, los maestros y las escuelas son el refugio cuando las cosas no funcionan bien en casa, cuando te sientes inseguro en las calles y cuando no tienes nadie con quién contar. Las escuelas deben ser el lugar más seguro en donde la infancia y la juventud puedan sentirse protegidos, resguardados y plenos. 

Si como madres, padres, autoridades escolares y administrativas, profesores y ciudadanía en general, no tomamos y reforzamos las medidas de protección para evitar, tratar y remediar cualquier situación de violencia, incluido el acoso escolar o “bullying”, estaremos atentando contra lo más importante, lo más transparente y lo único que puede transformar nuestro presente y futuro: la infancia y la juventud del país. 

No, México no está acostumbrado al “bullying”, México sufre de violencia, un mal endémico que nos ha llevado a encumbrar las cifras de muerte en mujeres y suicidios en adolescentes. 

Es importantísimo hacer conciencia antes de afirmar que los niños entienden mejor con una nalgada, asimismo, hacerles saber a nuestros hijos que son lo mejor que nos ha pasado en la vida, es crucial enseñarles desde casa que su cuerpo es sagrado y que nadie puede tocarlo; es elemental empezar a formar seres íntegros que sepan poner límites. 

Twitter: @Ale_BarralesM 

www.alejandrabarrales.org.mx

(Secretaria de Educación de la Ciudad de México)