Estrategia de vacunación: de nuevo confronta autoridades

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Estrategia de vacunación: de nuevo confronta autoridades

El proceso de vacunación no solamente no ha mejorado, sino que incluso, al menos en el caso de esta semana, ha empeorado

La aplicación de vacunas contra el COVID-19 en Saltillo nuevamente derivó en enfrentamiento entre las autoridades federales, responsables de la estrategia, y las locales. Con un ingrediente adicional: el delegado del Gobierno Federal en Coahuila también acusó ayer a los medios de comunicación de emprender una “campaña” para “descalificar el proceso de vacunación”.

No es la primera ocasión en que la aplicación de vacunas en la capital coahuilense provoca una confrontación entre Reyes Flores y los gobiernos que encabezan Miguel Ángel Riquelme y Manolo Jiménez. Confrontaciones que, como hemos documentado, terminan con la difusión de fotografías en las cuales, representantes de los tres gobiernos se muestran en actitud “amistosa”.

Y como se ha señalado en todas esas ocasiones, lo deseable es que antes de ventilar públicamente sus diferencias, los gobiernos federal, estatal y municipal buscaran mecanismos para sumar esfuerzos a fin de desplegar una estrategia de vacunación eficaz, pero también que implique ofrecer un trato digno a todas las personas.

Durante los dos días de esta semana en las cuales los medios hemos reportado las incidencias del proceso de vacunación se ha señalado la existencia de un clima generalizado de desorganización y la ausencia de una estrategia para eliminar los múltiples inconvenientes que para las personas representa acudir a los módulos instalados para ser inoculadas.

Todos los reportes han sido acompañados de evidencias gráficas que no dejan lugar a dudas: personas que se quedan a dormir en las inmediaciones de los módulos porque no confían en que, de hacer las cosas diferentes, lograrán ser vacunadas; decenas de individuos que tras hacer fila por horas han sido devueltos a sus casas; suspensión del proceso de vacunación en uno de los módulos, ausencia de información precisa que disipe dudas.

El delegado Reyes Flores afirmó ayer, en un video difundido a través de redes sociales, que no hay tal desorganización y quienes han acudido a los módulos son testigos de la logística adecuada, así como de la eficiencia y rapidez del proceso de vacunación.

Y es verdad que cuando las personas llegan finalmente al lugar donde les aplican la vacuna el proceso es ágil y sencillo. Pero el problema no es ese, sino todo lo que ocurre antes. Y todo lo que ocurre antes se resume en una sola palabra: desorganización.

Esto implica que, aún cuando los últimos segundos del proceso puedan resultar satisfactorios, sobre todo por la sensación de tranquilidad que produce el recibir la vacuna, las horas -incluso días- que preceden a dicho instante sean descritos como un auténtico viacrucis.

Nadie está mintiendo sobre ello y la realidad está a la vista de todos: el proceso de vacunación no solamente no ha mejorado, sino que incluso, al menos en el caso de esta semana, ha empeorado de un día para otro.

Harán bien las autoridades de todos los órdenes en emplear sus energías en mejorar en este rubro, antes de buscar en el ejercicio periodístico la excusa para justificar la incompetencia que han exhibido.

EDITORIAL