Estela Fagoaga, vistiendo a una Sor Juana contemporánea

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Estela Fagoaga, vistiendo a una Sor Juana contemporánea

La diseñadora de vestuario estuvo en Saltillo asesorando al equipo de la compañía teatral Luz del Norte en la concepción de la imagen del montaje ‘Los Empeños de una Casa’

El camino para traer de vuelta a Sor Juana con su obra “Los Empeños de una Casa” como parte del 40 aniversario del Teatro de la Ciudad Fernando Soler continúa. Poco a poco hemos visto el desarrollo del montaje a cargo de Mabel Garza y de la compañía teatral Luz del Norte con miras a su estreno el próximo 26 de marzo.

Conversamos ya con Jorge Ballina, quien les está asesorando en la cuestión escenográfica, platicamos con su directora y con los coreógrafos Jaime Hinojosa y Sara Ovalle, además de algunos miembros del elenco y en esta ocasión continuamos nuestra cobertura sobre esta obra con Estela Fagoaga, diseñadora de vestuario que estuvo esta semana en Saltillo apoyando al equipo en este ámbito.

Egresada de la carrera de escenografía en la Escuela Nacional de Arte Teatral del INBA, como diseñadora de modas por la Jannette Klein Fashion Design School y especialista en diseño textil por la Escuela de Diseño de Bellas Artes, Estela ha trabajado en más de 30 obras, desde pequeños montajes hasta espectaculares óperas y musicales.

Su versátil experiencia le ha dado las herramientas para generar conceptos en vestuario para todo tipo de producción y temática, pero en entrevista con VANGUARDIA comentó que hacer algo contemporáneo —como sucede con este caso— es complejo.

Colaboración. Todo el equipo de ‘Los empeños de una casa’ desde la producción y el elenco, hasta los asesores, están trabajando por un mismo objetivo.


“Lejos de lo que cualquiera puede pensar para mí no hay nada más difícil que vestir a alguien de persona, de hoy, contemporáneo”, comentó, “si tú tienes veinte años de diferencia ya el tiempo se ha encargado de hacernos una idea de ciertas cosas. Qué es alguien bien vestido, mal vestido, las clases y el tiempo ya dejó como refrescar y que ciertas modas que ocurren se hayan asentado”.

“Después de veinte o de quince años ya puedes decir que eso fue una moda que prevaleció”, explicó, “pero ahorita es muy difícil”.

Nos dijo también que dentro del proceso mismo tanto de la compra de ropa como de la manufactura hay muchos detalles que considerar. Por ejemplo mencionó la calidad de usada y el paso del tiempo por la ropa que no es fácil conseguir por medios artificiales y que otorga mucho valor a la puesta.

“Un poco de lo que hice estos días fue trabajar con Juan Antonio Villarreal y platicar cuál sería nuestro concepto del vestuario. Porque además no lo haces tú como diseñador de vestuario en la fiesta de tu cabeza, es algo que haces tomando en cuenta el concepto general de la obra”, comentó.

Esto, señaló, es similar a lo que Ballina está haciendo 
con la escenografía, integrarla a la idea de la dirección de Mabel, como un esfuerzo colaborativo hacia un objetivo específico.

“Tenemos un concepto y vamos a jugar con las reglas del juego. Vamos a tener estos colores, estas texturas, con estos estampados”, explicó, “paleta de color y además todo tiene que ver con el tono de la obra y el concepto de esta puesta y la visión de este director”.

“La escenografía tiene un concepto de casa mexicana moderna, muy minimalista, con una arquitectura muy al estilo de Barragán y el vestuario tiene que obedecer a eso”, agregó, “habrá una serie de estampados, geométricos, que llevarán los personajes y con una paleta de color tomando como base el color ocre y el naranja tirándole un poco al café y a partir de eso se plantea una paleta de color que va hacia los más cálidos y hacia los más fríos”.

La esencia de una comedia de enredos, los cruces, enamoramientos y desencuentros que ocurren entre los personajes potencialmente pueden confundir al público, pero Estela aseguró que desde el vestuario quedará claro quien es quien como si se trataran de “equipos de fútbol”.

“También hay que sacar a los personajes de lo cotidiano, tampoco los vamos a vestir como tú o como yo, hay que estilizar un poquito para darle un carácter mucho más teatral para que no se vuelva una caricatura de una clase alta que no existe. Realmente hay que hacer un trabajo de investigación”, explicó.

Argumentó que la experiencia de venir a asesorar a los artistas locales en este montaje fue bastante enriquecedora, pues considera que “compartir es aprender; normalmente cuando enseñas te llevas más de lo que das. Y más allá de este montaje pues conocer cómo se hace el trabajo en otra ciudad del país creo que para mí es lo más importante”.

“De por sí levantar un telón en la Ciudad de México, donde tenemos, entre comillas, todas las facilidades para hacerlo, de por sí es difícil y entonces tú sales a un lugar donde hay menos presupuesto, mucha menos gente, mucha menos preparación en este aspecto del diseño de los espacios y de la plástica escénica, pues entonces es que es una verdadera proeza”, agregó.

“Y me gusta poder contribuir a hacerlo y además me llevo muchas ideas. Porque no puede ser que sigamos centralizados y que tengamos que venir a dar una asesoría”, concluyó, “me alegra mucho que nos llamen a dar una asesoría y no a diseñar, porque si nosotros seguimos diseñando en los estados, entonces los estados no van a generar realmente sus propios creativos y sus propias visiones de la plástica dentro de otra región que no es la capital”.

 

El Dato
> Estela actualmente tiene en cartelera varias obras con trabajo suyo, como el diseño de vestuario para el musical “Hello Dolly” y estuvo en la coordinación de vestuario de “La obra que sale mal”, además de “La Tía Mariela” de Conchi León.

> Está por estrenar “La Cabra” de Bruno Bichir y  está preparando “Una pequeña voz” de Carlos Corona y “Casi Transilvania” de Bárbara Colio.