El proceso que nació en el marco del Día Internacional de la Mujer y que expuso la violencia y acoso que viven las alumnas de la Facultad de Jurisprudencia, sigue encendido.

De manera anónima, el grupo que instaló la urna de denuncias actualmente empuja por desempantanar de la burocracia el protocolo prometido. A pesar de la desacreditación de algunos maestros, han contagiado el espíritu de lucha a la generación de nuevo ingreso. Señalan, también, que el movimiento ya está siendo politizado para los procesos de elección interna del siguiente año.

La presión y ataques por parte de algunos docentes y alumnos continua en contra de algunas de las integrantes más visibles del movimiento, por ello solicitaron reservar su identidad.

Sin sanciones, no funciona

En marzo las alumnas recogieron 36 señalamientos de víctimas de violencia en el interior de la Facultad de Jurisprudencia, de ellas solamente se formalizó una denuncia en contra de Alejandro “N”, quien fue suspendido mientras se resuelve su situación legal. Derivado de esto, la UAdeC y el director de Jurisprudencia, Francisco Yáñez, aseguraron que instaurarían un protocolo que garantizara la seguridad del alumnado, el mecanismo se creó, pero actualmente está estancado en la burocracia universitaria.

El protocolo ya fue turnado a la Comisión de Reglamentos, quien lo regresó con observaciones, luego de hacer las correcciones, la comisión tendría que revisarlo de nuevo en su siguiente sesión, la cual aún no tiene fecha y de aprobarse tendrían ocho días hábiles para convocar a la creación de un Comité para el Protocolo.

“Necesitamos que la Comisión de Reglamentos y la Secretaría General ya le diga a Jurisprudencia que ya está listo el protocolo, ”, indicó una de las promotoras de la iniciativa.