Están destruyendo sus rostros

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Están destruyendo sus rostros

“Lo primero que sucede con alguien que abusa de los procedimientos estéticos, es que su rostro pierde frescura y naturalidad. Esto resulta contraproducente pues una expresión acartonada y envejecida no es atractiva”
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1.- Jamás en toda la historia de la humanidad habíamos tenido la posibilidad de llevar un registro tan minucioso, diario y realista de nuestra imagen corporal. En otros siglos, la mayoría de las personas sólo tendrían la posibilidad de verse al espejo y guardar su apariencia en la memoria. Sólo quienes tuvieran los medios podrían darse el lujo de mandar a hacer una pintura de sí mismos. O quizá un dibujo. Pero nada más. No fue sino hasta la segunda mitad del siglo XIX que se popularizó la fotografía.
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2.- Ya con la posibilidad de capturar la imagen personal en una foto, las cosas cambiaron. Pero en aquellos primeros tiempos, los retratos solo se hacían en un estudio, bajo condiciones muy especiales y con aparatos que eran costosos. Fue hasta el siglo XX que Kodak puso al alcance de todo el mundo cámaras fotográficas económicas, fáciles de usar, que permitían obtener imágenes nítidas y fieles a la realidad. Sin embargo, todavía era necesario revelar e imprimir las fotografías, lo que hacía que el proceso no fuera tan rápido.
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3.- Ahora, en el siglo XXI las cosas han cambiado radicalmente y para siempre. La inmensa mayoría tenemos todo el día a la mano una súper computadora a la que llamamos “teléfono inteligente” que tiene una poderosa cámara capaz de capturar fotografías y videos en alta resolución los cuales podemos ver al instante. Tenemos, de hecho, la posibilidad de guardar nuestra propia imagen segundo a segundo por el resto de nuestras vidas. Sin embargo, a pesar de que no nos damos cuenta, esto ha desatado una serie de problemas gravísimos.
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4.- Debido a que podemos hacernos fotos o videos todo el tiempo y, además subir ese material a las omnipresentes redes sociales, también podemos compararnos con los demás todo el tiempo. Esto ha desatado, primero, que los estándares de belleza se hayan elevado a niveles fuera de la realidad, y segundo, que las personas estén excesivamente conscientes de sus supuestos defectos físicos. Así sean reales o imaginarios. Entonces le dimos la bienvenida a la anorexia, la bulimia, la vigorexia y al trastorno dismórfico corporal.
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5.- Este último es un trastorno terrible que provoca a quien lo padece una constante necesidad de corregir imperfecciones por medio de una serie interminable de procedimientos estéticos o exceso de ejercicio. Durante la semana vimos, con tristeza, el nuevo caso de una celebridad que destruyó su imagen personal en esa loca carrera en busca de una imposible perfección. Se trata del actor Zac Efron, de 33 años de edad y quien es internacionalmente famoso por títulos como High School Musical, Hairspray y 17 otra vez, entre muchas otras películas y series.
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6.- La imagen que se hizo viral en segundos de Zac Efron, lo muestra con un bronceado excesivo, la piel del rostro tensa y una extraña forma en la línea de la quijada. Eso sin contar la excesiva musculatura que ya trae desde hace tiempo. Efron siempre interpretó personajes de galán debido a sus características físicas. Pero, aparentemente, esto no fue suficiente para el actor quien, de entrada, ya luce mucho mayor a su edad real debido al abuso de botox, rellenos faciales y quizá hasta cirugías estéticas que lo han dejado prácticamente irreconocible.
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7.- Lo primero que sucede con alguien que abusa de los procedimientos estéticos, es que su rostro pierde frescura y naturalidad. Esto resulta contraproducente pues una expresión acartonada y envejecida no es atractiva. Esta relación distorsionada que tenemos con el espejo ha hecho que muchos se hayan convertido en caricaturas de sí mismos. Los casos más escalofriantes entre las celebridades internacionales son Michael Jackson, Mickey Rourke y Donatella Versace, mientras que entre los locales están Lucía Méndez, Lyn May, Alejandra Guzmán y ¡cómo no! Alejandro Fernández.