4.- Debido a que podemos hacernos fotos o videos todo el tiempo y, además subir ese material a las omnipresentes redes sociales, también podemos compararnos con los demás todo el tiempo. Esto ha desatado, primero, que los estándares de belleza se hayan elevado a niveles fuera de la realidad, y segundo, que las personas estén excesivamente conscientes de sus supuestos defectos físicos. Así sean reales o imaginarios. Entonces le dimos la bienvenida a la anorexia, la bulimia, la vigorexia y al trastorno dismórfico corporal.