Estampas de la Bellavista

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Estampas de la Bellavista

DOÑA JOSEFA Y SU NIETA. A sus 71 años, doña Josefa sigue fiel a su oficio de bolera; hay días en que llega a su puesto en compañía de una pequeña en carreola.
Una barrio popular. Justo aquí, en la intersección de LEA con calle Libertad, se percibe un trozo de la ciudad.

FOTOS: HÉCTOR GARCÍA
TEXTO: OMAR SAUCEDO

Desde el  mismo punto veo una mujer limpiando las botas de algún vaquero, se escucha fuerte el balar de los cabritos que esperan vender los campesinos, y percibo el aroma de un delicioso menudo. Estoy parado en la calle Libertad, a unos metros de la Central de Autobuses. Aquí se evocan recuerdos a partir de aromas, sonidos y postales. Colonia Bellavista.

Una barrio popular. Justo aquí, en la intersección de LEA con calle Libertad, se percibe un trozo de la ciudad. Una terminal de autobuses digna de una capital, luego de su remodelación hace un par de años; dos centros comerciales, un complejo deportivo con pasto sintético, campos de beisbol y fútbol;  locales comerciales donde se pueden encontrar la materia prima para cualquier receta. Pero lo que más llama mi atención es la gente que aquí se ve.

A la chamba, sobre ruedas. Aquí, don Benito siempre encuentra a alguien que le ayuda a sortear en su silla de ruedas el bulevar Luis Echeverría para llegar al barrio.

Personajes venidos de otro tiempo, que cuando se camina junto a ellos te transportan a una época diferente. Doña Josefa, que a sus 71 años aún se mantiene como una de las pocas mujeres lustradas de calzado de la ciudad. Chambea y cuida a su pequeña nieta, a quien observa desde en su carreola.

La patrona los cuida. Los caminantes van y vienen por estas calles de la Bellavista, donde la Virgen de Guadalupe los proteje.

Don Benito, que siempre encuentra una alma bondadosa que lo ayude a cruzar los ocho carriles del periférico que lo retan a él y su silla de ruedas, o a la señora Nora, que espera vender más de 5 quesos de chiva, que le traen desde los ejidos al sur de Saltillo.

Así es aquí, un sitio de gente trabajadora, obligada a adaptarse a la vida en la ciudad, una estampa de historias citadinas.

Bolero de barrio. Entre los oficios que se desempeñan en los alrededores de la Central de Autobuses destaca el de lustrador de calzado.
Folclor periférico Aquí se leen cartas, hay hierbas, menudo y telas.
Un día de rutina. En la Bellavista los vecinos compran sus despensas.
Cortes de pelo. Las estéticas y las peluquerías no faltan.